Oportunidad de negocio: ¿cuánto cuesta abrir un restaurante en Moscú?

Economía
KSENIA ZUBACHOVA
El sector hostelero está al alza en Moscú a pesar de la crisis económica. En realidad hay muchas oportunidades de negocio. Te damos una serie de pistas por si quieres abrir tu propio local.

Abrir un restaurante familiar con un aire a tu país es una opción popular entre los extranjeros. Aunque no es tan fácil como puede parecer a primera vista. Aquí van una serie de pistas que tienen que tener el cuenta los potenciales dueños de un nuevo restaurante.

Pensárselo bien

Antes que nada, para ser propietario de un restaurante, aunque sea uno pequeño, hay que estar seguro de querer hacerlo. Como cualquier otro negocio toma mucho tiempo y dinero. “El éxito en la hostelería requiere trabajo duro, sin que haya fines de semana o vacaciones”, explica a Russia Beyond, Ilias Iliadis, propietario del restaurante griego Pita&Suvlaki de Moscú. “Abrir un local no es tan difícil como llevarlo”.

Uno deberá aprender todo sobre los aspectos de un negocio: desde cuestiones legales, requisitos sanitarios y de incendios así como gestionar las relaciones con los socios y la contratación del personal. “Hay numerosas dificultades así que tienes que estar totalmente entusiasmado con lo que haces para tener éxito”, explica Radomir Krajinovic, dueño del restaurante serbio Optimist.

Tendencias de mercado

La crisis económica ha hecho que muchos rusos recorten sus gastos de modo que en hostelería ha aumentado el interés del público por la comida rápida.

Aunque la dinámica general es de crecimiento. Según los informes sobre las tendencias en hostelería en 2017 realizados por la compañía Poster, la comida sana, vegetariana, el formato de cocina abierta, la cerveza artesanal, los food trucks (cafés móviles) y la cocina regional son cada vez más populares en Moscú. La cantidad de restaurantes y de bares está aumentando y se compite por ofertar comidas especiales y novedosos formatos a la hora de cenar.

“En los últimos años han crecido los restaurantes de cocinas nacionales”, dice Krajinovic. “Aunque nos haya afectado la crisis y viene menos gente, todavía nos va bien. Dentro de poco vamos a abrir un nuevo restaurante”.

El local de Iliadis también está creciendo. Abrió su primer café en el centro en 2014 y, ya ha abierto un segundo y va camino del tercero.

Inversión

Obviamente es difícil abrir un negocio sin fondos. “Para abrir un pequeño restaurante o cafetería se necesitan 5 millones de rublos (unos 87.000 dólares)”, explica Vladímir Shaláev, abogado de BMS. Iliadis está de acuerdo. “En nuestra caso tardamos un año en recuperar la inversión. Nuestro pequeño restaurante se hizo popular rápidamente así que tuvimos que encontrar un lugar más grande”, comenta.

“El mayor gasto es el alquiler del local. Es muy caro”, explica Krajinovic. “Otras cosas ya dependen de lo que uno quiera. Para un restaurante tipo casero se necesitan entre 7 y 10 millones de rublos (entre 120.000 y 175.000 dólares) de inversión que se recuperan en unos dos años”.

Los bancos rusos ofrecen créditos para expandir un negocio así que es posible obtener el dinero aunque se carezca de fondos. “Uno necesita tener alrededor del 30% del volumen de la inversión para el nuevo proyecto y solicitar un crédito al banco que cubra con el 70% restante”, afirma Ígor Glújov, vicedirector del departamento de crédito de RosEvroBank.

Cuestiones legales

El procedimiento para crear una entidad legal no difiere entre rusos y extranjeros. “Se necesita reunir una serie de documentos para registrar un compañía: un pasaporte, los documentos constituyentes y el recibo del pago por el registro. Los ciudadanos extranjeros también tienen que aportar una copia certificada del pasaporte”, explica el abogado Vladímir Shaláiev a Russia Beyond.

El registro no es suficiente. También se necesita la licencia de venta de alcohol, alquilar un local, asegurarse de estar incluido en el listado del registro comercial y los permisos sanitarios correspondientes así como de inspección de incendios y de basuras, según explica Shaláiev.

“Todo el marco legal es muy similar al de Grecia”, declara Iliadis. “Los requisitos rusos se han desarrollado teniendo en cuenta los estándares europeos. Al igual que en Grecia hay algunas normas anticuadas, como tener que contar con una habitación separada para cortar patatas, pero eso no se lo toman en serio en las inspecciones. Nadie de aterroriza sin razón. Si se sirve buena comida y tus clientes lo notan, tendrás clientes regulares y las inspecciones no vendrán a menudo si no reciben quejas”.

Krajinovic, que tiene sus propio restaurantes desde 2012, está de acuerdo. “No hay problemas. Si sigues las condiciones y utilizas productos frescos, nadie te va a molestar o pedir dinero”, comparte. “Algo que está bien aquí es que entre tres y cuatro meses después de abrir un negocio sabes cuántos impuestos tendrás que pagar, el contrario que en Europa donde el porcentaje puede cambiar. Aquí pagamos entre el 15-20% de los beneficios”.

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