Román von Ungern-Sternberg en Mongolia.
Foto de archivo"Hubo mucha gente en Europa que buscaba apoyo espiritual en el Este, tanto antes como después del Barón von Ungern", escribió el autor ruso Leonid Yuzefóvich en su biografía del hombre. "Pero sólo él logró convertir este apoyo en un movimiento militar."
Y es cierto. Ungern era un noble ruso de origen alemán que pasó sus últimos días luchando en Mongolia y Siberia mientras intentaba restablecer el Imperio Ruso con la ayuda de sus caballeros asiáticos.
Extremadamente valiente y cercano a la locura
La familia noble de Ungern-Sternberg, a pesar de ser étnicamente alemana, había servido en Rusia desde la década de 1870. Román Ungern, el descendiente más joven de la familia, estaba absolutamente convencido de que no había otra manera de avanzar para Rusia que permanecer bajo el gobierno zarista de los Romanov para siempre.
Román von Ungern-Sternberg de niño. Fuente: Foto de archivo
Al mismo tiempo, se sabe que Ungern era indisciplinado. Por ejemplo, casi fue expulsado de la escuela durante su adolescencia como resultado de peleas y borracheras. Sin embargo, estas payasadas se combinaban con profundos sentimientos patrióticos.
Durante la Primera Guerra Mundial, Ungern luchó con los rusos contra Austria y Turquía. Sufrió cinco heridas y recibió la Cruz de San Jorge, símbolo del heroísmo militar. Sin embargo, continuó actuando erráticamente, y una vez, estando ebrio, agredió un compañero oficial, lo que le condujo a pasar dos meses en cárcel. Tras la revolución de febrero de 1917, se trasladó al Lejano Oriente.
Román von Ungern-Sternberg durante la Primera Guerra Mundial. Fuente: Foto de archivo
Un budista con espada
Esta decisión de ir hacia el este no fue espontánea. Ungern estaba fascinado por la cultura asiática y había visitado la región varias veces antes. Estaba especialmente interesado en el budismo tibetano y las vidas de los mongoles, buriatos y de otros pueblos asiáticos que vivían en y cerca de Rusia. Estas personas también respetaban a Ungern, especialmente por su domino de la equitación. Este respeto mutuo y comprensión sería increíblemente beneficioso para Ungern durante sus futuras escapadas militares por Mongolia.
Ungern se convirtió al budismo, pero ciertamente no abrazó sus principios de la no violencia. Después de que Vladímir Lenin y los bolcheviques tomasen el poder en 1917, Ungern declaró su lealtad a los Romanov. Luchó en Siberia, junto con otros comandantes del Ejército Blanco, contra los Rojos durante la Guerra Civil Rusa.
La campaña de Mongolia
En 1921, inmediata derrota de los blancos era evidente y el Ejército Rojo avanzaba rápidamente hacia el este. Ungern decidió dejar Rusia, pero no de la manera que muchos comandantes del Ejército Blanco lo hicieron. En lugar de escapar a Europa, transformó su División de Caballería Asiática, formada principalmente por voluntarios locales, en una unidad guerrillera y cruzó la frontera ruso-mongola.
Mongolia en los principios del siglo XX. Fuente: Foto del archivo
En aquel momento Mongolia estaba ocupada por el ejército chino, y el gobernante espiritual de Mongolia, Bogd Kan, vivía bajo arresto domiciliario en Urga (ahora Ulán Bator). La guarnición china en Urga era cerca de 7000 personas y superaba en cinco contra uno a la división de Ungern (1400 personas). Sin embargo, el Barón logró adelantarse a los chinos y conquistar la ciudad. Poco después, fue capaz de expulsar totalmente de Mongolia a las tropas chinas.
El último Kan ruso
Los mongoles glorificaron a Ungern. Bogd Kan fue restaurado como el gobernante y le concedió el título de Kan, el más alto para un líder militar. El Barón gozó de gran autoridad en Mongolia, y los mongoles incluso lo apodaron el "Dios de la Guerra" por derrotar a las fuerzas de ocupación.
Román von Ungern-Sternberg en Mongolia. Fuente: Foto de archivo
Ungern era un líder represivo y ordenó la muerte de cientos de personas. Según el historiador ruso Serguéi Kuzmín, alrededor de 850 personas fueron asesinadas por las órdenes del barón entre febrero y agosto de 1921. Un hombre violento y brutal, a Ungern nunca le importó condenar a las personas a pena de muerte, incluso por delitos menores.
El Barón, sin embargo, nunca se contentó con controlar sólo Mongolia. Su plan, según el historiador Stanislav Jatúntsev, era iniciar una "cruzada contra Occidente, la fuente de las revoluciones, utilizando el poder de Asia para establecer la cultura y la fe asiáticas en toda Eurasia mientras restauraba las monarquías caídas".
Su desgraciado final
En última instancia, su cruzada fracasó. En mayo de 1921, Ungern invadió la Rusia soviética con 4000 soldados. Esperaba que la gente de Siberia estuviera insatisfecha con el gobierno bolchevique y se levantara para unirse a su lucha, pero esto nunca sucedió y el ejército del Barón fue derrotado. Al final, fue traicionado por sus propios hombres y entregado al Ejército Rojo.
Ungern fue ejecutado en 1921 en Novonikoláievsk (ahora Novosibirsk, 2811 km al este de Moscú). Informes oficiales afirman que estuvo absolutamente calmado durante su interrogatorio, e incluso inmediatamente antes de su muerte, comportándose como un verdadero budista (aunque no uno típico) debía hacerlo.
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