“Lo que llama inmediatamente la atención al entrar en la mayoría de las iglesias ortodoxas es la abundancia de ornamentos dorados, reliquias sagradas, iconos y frescos”, dice Erwann, un francés que vive en Rusia. Pero no son sólo los ricos adornos los que ayudan a distinguir las iglesias ortodoxas de las católicas. “Enseguida se nota la ausencia de bancos, que en las iglesias católicas ocupan la mayor parte del espacio. En las iglesias rusas, suelen estar situados sólo a lo largo de la pared, cerca de la puerta de salida”, dice Erwann. Es interesante que los bancos en las iglesias católicas tengan que ver con algunas peculiaridades del servicio religioso católico - en el servicio religioso ortodoxo, por el contrario, los bancos habrían sido un inconveniente. A continuación explicamos esta diferencia - y otras más evidentes entre el catolicismo y el cristianismo ortodoxo.
En la actualidad, hay unos 1,34 mil millones de católicos bautizados en todo el mundo (según las estadísticas facilitadas por la Santa Sede) y unos 220 millones de miembros bautizados de la Iglesia ortodoxa oriental (según la BBC). Dentro de esta última, la Iglesia Ortodoxa rusa es la mayor iglesia autocéfala (autogobernada), que cuenta con más de 112 millones de miembros en todo el mundo, siendo así la segunda después de la Iglesia católica romana, en cuanto al número de seguidores. En 2021, el Centro de Investigación de la Opinión Pública de Rusia (VTsIOM) estimó que el 66% de los rusos eran cristianos ortodoxos.
La cabeza de la Iglesia
Alessandra Benedetti / Corbis via Getty Image
Los cristianos ortodoxos consideran que Jesucristo es la cabeza de la Iglesia, mientras que la Iglesia católica romana está encabezada por el Papa, que utiliza el título de ‘Vicario de Cristo’. Esto se basa en el hecho de que el apóstol Pedro recibió de Jesucristo la autoridad plena y absoluta sobre toda la Iglesia. Luego, Pedro llegó a Roma y se convirtió en el primer obispo de Roma, transfiriendo después este poder a sus sucesores y discípulos: los obispos de Roma. Este estatus del Papa se plasma en los conceptos de primacía papal (sobre todos los demás obispos y sus sedes episcopales) e infalibilidad papal. La Iglesia ortodoxa, por el contrario, considera a todos los obispos y arzobispos como simples mortales que son vocacionados y ordenados para realizar servicios religiosos.
Celibato para los sacerdotes
Legion Media
En la Iglesia católica romana, los sacerdotes y los obispos deben mantener el celibato antes y después de la ordenación, mientras que los diáconos sólo deben manternerlo después de la ordenación. En la Iglesia ortodoxa rusa, los diáconos y los sacerdotes deben mantener el celibato sólo después de la ordenación, lo que significa que pueden estar casados.
Sin embargo, si sus esposas fallecen, los diáconos y sacerdotes ortodoxos no pueden volver a casarse. También en la Iglesia ortodoxa, los obispos deben ser monjes y ellos, sin embargo, deben mantener el celibato antes y después de su ordenación.
Los sacerdotes ortodoxos llevan barba
Alexánder Riumin / TASS
Tradicionalmente, los sacerdotes ortodoxos llevan barba, porque “los sacerdotes no deben afeitarse la cabeza ni afeitarse los bordes de la barba ni cortarse el cuerpo”, según el Levítico, 21:5. Además, Jesucristo es representado en todas partes con pelo largo y barba y todos los reyes y profetas bíblicos llevaban barba. Sin embargo, los sacerdotes católicos no llevan barba, porque la sede papal se encuentra en Roma, con su cultura del afeitado limpio.
Signo de la cruz
Konstantin Mijalchevski / Sputnik
En 1570, el Papa Pío V definió que los creyentes católicos deben realizar la señal de la cruz “de la cabeza al pecho y del hombro izquierdo al derecho”. Además, la señal se realiza con los cinco dedos de la mano derecha juntos, lo que simboliza los cinco estigmas de Jesucristo: dos en las manos, dos en los pies y el quinto de la Santa Lanza.
Los cristianos ortodoxos rusos realizan la señal de la cruz con tres dedos (pulgar, índice y medio) juntos para simbolizar la Santísima Trinidad y otros dos dedos apretados contra la palma para simbolizar la doble naturaleza (humana y divina) de Jesús. Además, la señal de la cruz ortodoxa se realiza desde el hombro derecho hacia el izquierdo.
La Santa Comunión
Alexánder Demianchuk / TASS
En la tradición ortodoxa, la Santa Comunión se da a los niños desde el momento del bautismo. Esto se basa en Mateo 19:14: “Jesús dijo: ‘Dejad que los niños se acerquen a mí, y no se lo impidáis, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos”. Desde la infancia y hasta aproximadamente los siete años, pueden comulgar tantas veces como quieran y sin confesión, porque se cree que hasta cierta edad los niños no son plenamente responsables de sus pensamientos y acciones, pero aun así deben comulgar. En las iglesias ortodoxas, los niños se confiesan a partir de los 7 u 8 años.
En la Iglesia católica romana, la primera comunión de un niño suele realizarse a los 8-9 años. Los católicos creen que el niño no es capaz de darse cuenta antes del significado del Sacramento, no puede distinguir el simple pan del pan eucarístico, no puede entender y explicar la diferencia entre la comida y la Comunión y, por tanto, no puede confesarse plenamente.
El pan eucarístico
Nicolas Armer / picture alliance via Getty Images; Serguéi Piatakov / Sputnik
En el catolicismo romano, el llamado “acímo”, pan sin levadura, se utiliza como pan eucarístico en la Santa Cena. El Éxodo, 12-15:20 establece: “No comas nada hecho con levadura. Dondequiera que vivas, debes comer pan sin levadura”.
En la Iglesia ortodoxa rusa, el pan hecho con levadura se ofrece durante la Divina Liturgia (Eucaristía), que se basa en Levítico 7:13: “Junto con su ofrenda de acción de gracias deben presentar una ofrenda con panes gruesos hechos con levadura”. La palabra griega para este pan, prosphoron, significa “ofrenda”.
Diferentes interiores de las iglesias actuales
Monashee Frantz / Getty Images; Ekaterina Rerberg / Sputnik
Se puede saber enseguida si se estás en una iglesia católica u ortodoxa sólo por los bancos. En la tradición católica, el arrodillamiento prolongado es una parte habitual de la oración, mientras que en la tradición ortodoxa es frecuente que se hagan reverencias al suelo durante el servicio. Por ello, en los templos católicos aparecen bancos con estantes para arrodillarse, mientras que en las iglesias ortodoxas el espacio central se deja libre para que la parroquia pueda hacer reverencias cuando sea necesario.
También en los templos católicos, el altar se encuentra en el presbiterio, dividido de la nave por una pantalla de presbiterio, más o menos abierta. El altar puede verse desde la sala de la iglesia (la nave). En las iglesias ortodoxas, la zona del santuario con el altar está separada de la nave por un iconostasio, una pared de iconos y pinturas religiosas. El altar no puede verse desde la nave.
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