Lugares inesperados de Moscú que visitaron las estrellas de Hollywood

Cultura
ALEXANDRA GÚZEVA
Al llegar a la capital rusa por primera vez, la mayoría se apresura a ver la Plaza Roja y el Kremlin. Perono todos hacen la típica visita.

Quentin Tarantino: La tumba de Pasternak y el Museo Estatal Central del Cine

La última vez que el famoso director estadounidense estuvo en Moscú fue en 2019 para promocionar su película Érase una vez en Hollywood. El ministro de Cultura ruso le hizo un recorrido por el Kremlin y sus museos, cuyas fotografías se convirtieron en memes. El ministro le regaló a Tarantino un volumen de poesía de Borís Pasternak.

En su anterior visita a Moscú, en 2004, el director fue a visitar la tumba de Borís Pasternak, que es su autor favorito. Tarantino pasó una media hora en el cementerio. Testigos presenciales recuerdan que, lejos de ser una visita superficial, el director se sentó acurrucado contra la lápida en una especie de trance. El propio Tarantino afirmó más tarde poseer la capacidad de establecer contacto espiritual con escritores geniales.

De regreso al cementerio, situado en las afueras de Moscú, Quentin volvió a la tierra haciendo una parada en el McDonald's, y luego se presentó inesperadamente en el Museo Central del Cine del Estado. El director Naum Kleiman mostró cosas que el erudito director no habría visto y quedó extasiado.

Johnny Depp: El mausoleo de Lenin y el Museo Maiakovski

El pirata más famoso del mundo ha estado en varios estrenos de películas en Moscú, pero su visita más inusual fue en 2018. Depp vino a tocar con la banda de rock Hollywood Vampires, que formó con Alice Cooper y el guitarrista de Aerosmith Joe Perry.

Antes del concierto en el Estadio Olímpico, Depp se pasó por el Museo Maiakovski, que, según se supo, el actor había soñado visitar durante mucho tiempo, ya que durante su adolescencia fue un voraz lector de Maiakovski. El actor admira “su pasión, su dramatismo, su impulso y su increíble contundencia”. En una ocasión compró un libro de su poesía por el retrato que aparecía en la portada: “Cuando vi esa cabeza afeitada y esa cara poco amable, pensé: ¡oh, eso es definitivamente para mí!”.

Además, el actor visitó el Mausoleo de Lenin y la necrópolis junto al muro del Kremlin. Más tarde, en una rueda de prensa, se lamentó de tener siempre muy poco tiempo en Moscú para ver todos los lugares de interés.

Tom Hardy: La cueva de hielo y el metro de Moscú

Tom Hardy estuvo en Moscú en 2018 para promocionar la película Venom. Se reunió con fans y dio un paseo por el moderno parque Zariadie, cerca del Kremlin, donde entró en el pabellón de la Cueva de Hielo. Para evitar que se le congelaran las orejas, le regalaron un gorro de piel, que mostró en una rueda de prensa. 

Hardy también dio un paseo en el metro de Moscú. Fue con su equipo de seguridad, pero aún así se hizo una idea del lugar e incluso frotó la nariz del perro de bronce en la estación de la Plaza de la Revolución para tener buena suerte.

Arnold Schwarzenegger: Centro de Innovación Skólkovo y la Galería Tretiakov

Arnie ha estado en Moscú muchas veces. Probablemente, la escena rusa más famosa del actor fue la que se rodó en la Plaza Roja para la película Al rojo vivo o Danko: Calor Rojo de 1988. En esa visita quería comprar un abrigo de piel para su mujer, pero la URSS de la época de la perestroika sufría escasez. Sin embargo, tras mover algunos hilos mediáticos y oficiales, llevaron a Schwarzenegger a la tienda Torgmekh, donde eligió un precioso abrigo de pieles blanco. Arnie también pudo reunirse con su ídolo de juventud, el campeón mundial soviético de halterofilia Yuri Vlasov.

En 2010 Schwarzenegger estuvo en Moscú como gobernador de California, trayendo consigo a un grupo de empresarios estadounidenses que buscaban invertir. Viajó en metro en la hora punta de la mañana y se vio envuelto en la multitud que se apresuraba a ir al trabajo, de lo que concluyó, con optimismo, que a los rusos les encanta su transporte público.

Más tarde, el entonces presidente Dmitri Medvédev llevó personalmente a Arnold a visitar el Centro de Innovación Skólkovo, donde hablaron de las oportunidades de inversión estadounidenses. Medvédev incluso acompañó al actor al gimnasio. Arnie expresó su deseo de visitar la Galería Tretiakov, y le prepararon una visita exclusiva.

Madonna: internado para huérfanos

La diva del pop actuó por primera vez en Moscú en 2006 y provocó un gran revuelo. A pesar de los altísimos precios de las entradas, el espectáculo en el Complejo Olímpico de Luzhnikí se vendió por completo. Después le llovieron las invitaciones a los clubes nocturnos. Los periodistas acamparon frente al lujoso Café Pushkin, esperando ver a la cantante en una reunión con representantes de la comunidad LGBT rusa. Pero Madonna sorprendió a todos al no acudir a ninguna fiesta. En lugar de ello, condujo desde el hotel hasta el aeropuerto, haciendo una visita secreta a un orfanato en el camino y donando una buena suma (la prensa no logró averiguar cuánto).

Steven Tyler: paseo por la calle

En su última visita en 2015, el vocalista de los legendarios Aerosmith se fue directamente a la calle Kuznetski Most para tocar con un músico callejero local. Todo ocurrió por casualidad. Pasaba por allí cuando escuchó a un tipo con una guitarra interpretando su canción I Don't Want Miss A Thing. Tyler se acercó al micrófono y se unió al joven músico para el deleite del público.

El cantante tiene raíces rusas, según reveló más tarde en una rueda de prensa. Su abuelo emigró desde Ucrania y siempre se consideró ruso, dijo Tyler, y él mismo se crió a base de borsch y, en general, le encanta la comida rusa.

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