Las diademas de diamantes, esmeraldas y zafiros de la dinastía Romanov, increíbles por su belleza y opulencia, eran bien conocidas entre las monarquías europeas. Todo tenía que ver con su curiosa forma: La mayoría de ellas recordaban al kokoshnik, un antiguo tipo de tocado ruso. Fue Catalina II quien introdujo por primera vez la moda de los “vestidos rusos” en la corte, y a mediados del siglo XIX, bajo Nicolás I, esto se hizo obligatorio. En las recepciones oficiales las mujeres comenzaron a llevar diademas con sabor naciona, les tiares russes, como se las llamaba en el extranjero.
Además, eran joyas adaptables que podían usarse como tiaras o como collares, y las piedras de los colgantes eran intercambiables. Esta fue la principal razón por la que la mayoría de las joyas desaparecieron .Lo que los miembros de la familia del Zar no pudieron sacar del país, fue vendido por los bolcheviques en subasta y por piezas.
La Tiara de Vladímir
Fue el Gran Duque Vladímir Alexandrovich de Rusia, el hermano menor del Emperador Alejandro III, quien encargó esta tiara a su prometida la Duquesa María de Mecklenburgo-Schwerin [más tarde Gran Duquesa María Pavlovna de Rusia] en la década de 1870. La tiara consiste en 15 anillos de diamantes con gotas de perlas en el centro de cada uno.
La Gran Duquesa fue una de las pocas Romanov que logró no sólo escapar al extranjero después de la Revolución de 1917, sino también llevar sus joyas con ella. Algunos de los tesoros fueron sacados del país en dos fundas de almohada a través de la misión diplomática sueca y, en el caso de los demás, un mensajero diplomático británico ayudó a pasarlos de contrabando a través de la frontera. Entre ellos se encontraba la Tiara de Vladímir, de la que María Pavlovna no se separó hasta su muerte en 1920, legándola a su hija Elena, casada con el príncipe Nicolás de Grecia y Dinamarca. Sin embargo, sólo un año después, para mejorar sus asuntos financieros, Elena vendió la tiara a la reina consorte de Inglaterra, María de Teck.
En Gran Bretaña, se hicieron gotas de esmeralda para la tiara que se pueden alternar con las gotas de perlas. La Reina Isabel II lleva hoy la tiara, tanto con perlas como con esmeraldas, y en ocasiones "viuda", es decir, con ninguna de las dos.
Tiara de Zafiro
Esta diadema kokoshnik con diamantes y enormes zafiros, que pertenecía a la consorte de Nicolás I, Alexándra Feodorovna, fue hecha en 1825. Tenía un broche a juego con los colgantes. La tiara fue heredada por María Pavlovna, quien en 1909 pidió a la empresa Cartier que le diera un aspecto más actual. Ella también logró sacar la pieza de Rusia después de la Revolución, y sus hijos también tuvieron que venderla. La pieza acabó en manos de la reina María de Rumanía, pariente lejana de los Romanov, pero ya no tenía el broche a juego.
Raramente se separaba de su tiara, y se la daba a su hija, Ileana, como regalo de bodas. Pero después de la revolución en Rumania que siguió a la Segunda Guerra Mundial, la familia real fue desterrada del país. Ileana se fue a los EE.UU., llevándose la tiara, y allí la vendió a un comprador privado en 1950. El destino posterior de la tiara es desconocido.
La diadema de diamantes rosa
La diadema de la emperatriz María Feodorovna, consorte de Pablo I, fue hecha a principios del siglo XIX en forma de kokoshnik con un enorme diamante. La diadema está engastada con un total de 175 grandes diamantes indios y más de 1.200 pequeños diamantes de talla redonda. La hilera central está adornada con grandes diamantes que cuelgan libremente en forma de gota. Esta pieza, junto con la corona nupcial, era una parte tradicional del atuendo nupcial de las novias imperiales rusas.
Es la única diadema original de Romanov que permaneció en Rusia como una exhibición de museo - puede ser vista en el Fondo de Diamantes en el Kremlin. Su diamante rosa la salvó de ser vendida después de que los expertos en arte la evaluaran como invaluable.
Diadema "Gavilla de trigo"
Esta diadema de diseño original también perteneció a María Feodorovna. Consiste en "orejas de lino" de oro decoradas con diamantes, en cuyo centro está engastado un zafiro leuco - un zafiro incoloro que simboliza el sol. Una de las raras fotografías de este zafiro fue tomada en 1927 especialmente para una subasta de Christie's en la que los bolcheviques vendieron las joyas de Romanov. No se sabe nada del destino posterior de la diadema después de la subasta...
Los joyeros soviéticos hicieron una réplica de la diadema en 1980 y la llamaron "Campo Ruso". Se encuentra en el Fondo de Diamantes.
Diadema de la Perla
Este adorno de cabeza de perla fue ordenado por Nicolás I para su consorte Alexándra Feodorovna en 1841. Después de ser subastada en 1927, la diadema cambió de manos entre los propietarios privados varias veces: Holmes y Cía., el 9º Duque de Marlborough de Gran Bretaña e Imelda Marcos, primera dama de las Filipinas. El propietario actual más probable de la diadema es el gobierno de Filipinas.
El Fondo de Diamantes tiene una réplica, llamada "Belleza Rusa", hecha en 1987.
La gran diadema de diamantes
Esta gran diadema que incorpora el motivo del "nudo de amante", que era popular en esa época, se hizo a principios de la década de 1830, también para Alexándra Feodorovna. Estaba decorada con 113 perlas y docenas de diamantes de varios tamaños. Fue usado por la última emperatriz, también Alexándra Feodorovna, cuando fue inmortalizada por el fotógrafo Karl Bulla en la apertura de la Duma Estatal.
Los bolcheviques decidieron que la diadema no tenía ningún mérito artístico particular y la subastaron. Como no hay información sobre el posterior propietario, la teoría más probable es que se vendiera por partes.