Recientemente la Casa Blanca escribió en Twitter un comentario que provocó muchas respuestas de los rusos que decían cosas como “Entonces, ¿quién tomó Berlín?”
On May 8, 1945, America and Great Britain had victory over the Nazis!
— The White House (@WhiteHouse) May 8, 2020
"America's spirit will always win. In the end, that's what happens." pic.twitter.com/umCOwRXWlB
La única frase que lo puede empeorar es: “Rusia no ganó la Segunda Guerra Mundial”. Algo así es ofensivo para cualquier ruso. No hay una sola familia rusa que no fuera afectada por la guerra y los casi 27 millones de soviéticos que murieron también estarían en desacuerdo.
Porque disfrutamos haciéndote la vida más difícil, ¡obviamente!
La decisión se tomó en el siglo X, cuando la elección del alfabeto estaba estrechamente ligada a la religión. Desde entonces, el alfabeto cirílico ha adquirido dimensiones culturales y de formación de la identidad. Esperar que los rusos renuncien al alfabeto cirílico es tan ridículo como pedirles que renuncien a los placeres de los bliní, el vodka y el sufrimiento (no necesariamente en ese orden).
Es cierto que la mayoría de los rusos no hablan inglés o solo conocen un puñado de palabras y frases. Pero hay razones para ello, la clave es que no lo necesitamos. Juzga por ti mismo, el 72% de los ciudadanos rusos ni siquiera tienen un pasaporte para ir al extranjero. Todas las películas y programas de televisión son doblados y los libros están traducidos. La mayoría de nosotros nunca ha conocido a un extranjero en su vida. Así que no duden de las facultades mentales de un ruso solo porque no habla muy bien el inglés. No lo apreciarán.
Como en otros países, no echamos a los niños de la casa a la calle cuando cumplen 18 años. Quienes terminan sus estudios son jóvenes y rara vez tienen dinero. Así que siguen en la morada familiar. Otra razón (un poco menos noble) es la escasez crónica de viviendas asequibles y que pocos están dispuestos o son capaces de pedir una hipoteca (si crees que tu banco es malo, espera hasta que hayas depositado en Rusia). La frase “por qué vives con tus padres” suena como una reprimenda, pero no es nuestra “culpa” y no hay nada malo en hacerlo.
No, la clasificación cambió hace unos años, y en cualquier caso sabemos que la cerveza contiene alcohol. En cualquier caso, no tiene nada que ver con Rusia, sino con la Clasificación Internacional de Bienes y Servicios de 1957, que establecía “bebidas alcohólicas” y “cerveza” como diferentes clases de bienes (la cerveza se clasificaba como “producto alimenticio”). Rusia estaba legalmente obligada por esa clasificación y los vendedores de cerveza se abalanzaron sobre el hecho de que los productos alimenticios podían venderse (y consumirse) en cualquier lugar y en cualquier momento. Lamentablemente para algunos, esta laguna jurídica se cerró en 2013 con una nueva ley.
Obviamente... no. Tampoco tenemos bancos, tarjetas de crédito, coches compartidos o batidos. Además, todavía nos llamamos “camarada” entre nosotros, despreciamos todo lo extranjero y lo que huele a capitalismo. ¡Proletarios de todos los países, uníos”
Seamos claros por si acaso: sabemos bien lo que es el verano.
Ante esto, la respuesta tiene que ser... la indiferencia. Somos eternos fatalistas y no hay nada que podamos hacer al respecto ;) Pero no pienses ni por un segundo que eso significa que somos indiferentes a todo: nos preocupamos apasionadamente por los amigos y la familia (“apasionadamente” no es la palabra). Una cosita, nada más, nadie hace revoluciones y guerras civiles mejor o más sangrientas que nosotros. ¿Demasiado perezoso, dices?
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