1. Monasterio del Salvador y San Eutimio
Muchos monasterios se parecen a fortalezas, algo que no es sorprendente, ya que a menudo desempeñaban un papel defensivo. El monasterio del Salvador y San Eutimio de Súzdal es uno de ellos: los libros de historia hablan de una gran batalla contra el kanato de Kazán en el siglo XV que fue librada allí mismo, fuera de sus muros. Tres siglos más tarde, por orden de Catalina la Grande, el monasterio se convirtió en una prisión para los más peligrosos anarquistas, revolucionarios y sectarios. Sólo se cerró durante la revolución rusa de 1905.
2. Monasterio de la Nueva Jerusalén
En el siglo XVII, en la ciudad de Istra, a las afueras de Moscú, el patriarca Nikon decidió construir su propia Jerusalén personal. Las dimensiones del monasterio fueron pensadas para representar todo el poderío de la Iglesia ortodoxa. Y no defraudaron: el complejo tiene su propia iglesia del Santo Sepulcro, su propio Gólgota, e incluso el río Istra, donde los fieles pueden ser bautizados en la orodoxia, fue rebautizado como Jordán,
3. Monasterio de la Trinidad y San Sergio
Otro cenobio cerca de Moscú fue fundado por uno de los santos más venerados de Rusia, San Sergio de Rádonezh, en 1337. Las reliquias del monje se conservan en la iglesia principal del monasterio, la catedral de la Trinidad. La ciudad de Sérguiev Posad, en la que se encuentra el monasterio, también fue nombrada en honor al santo fundador.
4. Monasterio de Alexánder Nevski
El primer monasterio de San Petersburgo y la segunda lavra rusa (monasterio masculino) fueron bautizados con el nombre del príncipe (y santo) Alexánder Nevski. Este es el lugar, según los historiadores, donde derrotó a los suecos en la famosa batalla del Lago Peipus. Por orden de Pedro el Grande, las reliquias de Nevski fueron reubicadas aquí y colocadas en la catedral de la Santísima Trinidad.
El monasterio es también famoso por su necrópolis, donde yacen enterrados Fiódor Dostoievski, Mijaíl Lomonósov y otras luminarias.
5. Monasterio Kirillo-Belozerski
En la región de Vologda, a orillas del lago Síverskoie, se encuentra uno de los monasterios más grandes de toda Europa: el monasterio Kirillo-Belozerski, construido en la Edad Media.
El fundador del monasterio, el monje Kirill (Cirilo, en español), era un seguidor del mencionado Sergio de Rádonezh. Según la leyenda, la Virgen María se le apareció en un sueño y le ordenó que fuera a la ciudad de Beloózero, donde encontraría la salvación. Kirill se llevó al monje Ferapont con él, fue al lago y cavó una cueva en la orilla. La historia de la construcción del monasterio data de aquel entonces. Ferapont también fundó un pequeño monasterio cerca.
6. Monasterio de Ferapóntov
El “hermano menor” del monasterio Kirillo-Belozerski también se encuentra a orillas del lago Síverskoie. Aunque varias veces más pequeño en escala, no es inferior en términos de belleza y grandeza. La iglesia principal del monasterio, la catedral de la Natividad de la Virgen María, alberga los frescos más valiosos del pintor de iconos Dionisio, creados en 1502.
7. Monasterio de Valaam
La isla de Valaam, en el lago Ládoga, en las cercanías de San Petersburgo, alberga un lugar donde, según la leyenda, Andrés el Apóstol erigió una cruz de piedra. En el lugar se encuentra hoy un monasterio, cuya primera mención se remonta a principios del siglo XV. A lo largo de los siglos, los monjes se vieron obligados a abandonar el claustro una y otra vez debido a las guerras. En la historia moderna, el monasterio está operativo desde 1989.
8. Monasterio de las Cuevas de Pskov
La primera iglesia rupestre apareció aquí en 1473, excavada en una colina. Las cuevas de arena circundantes fueron habitadas posteriormente por monjes ermitaños. Hoy en día, se ofrecen visitas guiadas a las cuevas, donde se guardan reliquias sagradas de los monjes. En el siglo XVI, se construyeron murallas alrededor de este monasterio “de primera línea”, que a menudo fue asediado por fuerzas polacas y suecas.
Este monasterio es una de las pocas instituciones religiosas que no fueron cerradas durante los años de la URSS.
9. Monasterio Solovetski
El monasterio, situado en las islas Solovetski, en el mar Blanco, fue construido a partir de 1420. Desde la época de Iván el Terrible, en el siglo XVI, las murallas del monasterio albergaron una prisión para unos 500 reclusos. Hoy en día el lugar es conocido sobre todo por su historia trágica más reciente: en 1923, los bolcheviques demolieron las cúpulas de todas las iglesias y establecieron allí un campo de trabajo para prisioneros políticos, donde perecieron más de 7.000 personas.
10. Convento de Divéievo
El único convento de monjas de nuestra lista se encuentra en la región de Nizhni Nóvgorod, en un terreno que, se cree, está bajo la protección especial de la Virgen María. También es el más joven, ya que fue fundado en el siglo XVIII por una viuda rica que “tomó los hábitos”.
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