1. Stepán, estrella de cine
En 1993 una pareja rusa, Yuri y Svetlana, adoptaron un osezno de tres meses. Gracias a su cuidada crianza consiguieron algo fascinante: Stepán no es agresivo ni hostil contra los humanos. Vive con su familia y trabaja como actor y modelo. Ha aparecido en películas de directores tan famosos como Pável Lunguin y Alexéi Uchítel y es habitual verlo en la televisión y en anuncios.
2. Senia, el oso más pequeño
Senia era un oso pardo que parecía un enorme gato. Por alguna razón solo tenía 45 cm de altura y pesaba 20 kg, mientras que un oso normal pesa 500 kg y tiene una altura de 1,5 metros.
Lo encontraron en estado salvaje y había planes para devolverlo a ese estado, pero como era tan débil, se quedó con los veterinarios.
Senia impresionaba a todo el mundo con su comportamiento, ya que parecía humano. Dormía con almohada, se cubría con sábanas y se hacia amigo de la gente. Otros osos pardos lo rechazaban, quizá porque era muy diferente.
Senia podía haber recibido el título oficial del “oso más pequeño del mundo”, pero murió días antes de que llegaran los documentos del Libro Guinness de los Récords.
3. Masha, la mascota de Yaroslavl
En el escudo de armas de la ciudad de Yaroslavl aparece un oso desde el siglo XVII. Simboliza la cautela y la fuerza. Masha es la encarnación del “espíritu del oso” de la ciudad, un poco como los osos que viven en la ciudad suiza de Berna.
Un hombre compró a Masha de unos cazadores furtivos. Trató de venderla al circo. Afortunadamente el animal se quedó en el Museo Reserva de Yaroslavl, donde el personal construyó un recinto con una guarida de osos artificial. Actualmente es la casa de Masha.
Es más bien vieja, para lo que suelen ser los osos, ya que tiene algo más de 30 años. Durante su tiempo en el museo nunca ha estado enferma. Mide más de dos metros y pesa 250 kg.
4. Misha, el oso olímpico
La mascota de los Juegos Olímpicos de Moscú 1980 fue obra del autor de dibujos animados infantiles, Víktor Chízhikov. Se hicieron juguetes, insignias y mucho más.
Para las Olimpiadas se hizo un globo de helio de ocho metros con la forma de Misha. El 3 de agosto de 1980, durante la ceremonia de clausura soltaron el globo al aire, lo que se vio en directo en toda la Unión Soviética. Hasta ahora se recuerda como una de las ceremonias públicas más emocionantes de la URSS.
5. Winnie the Pooh ruso
A finales de los años 60, el estudio de animación Soyuzmultfilm hizo unos dibujos de Winnie the Pooh. Aunque la versión soviética es bastante diferente de la Disney. Este oso es bastante gruñón, siempre está confundido por algo y no es muy ingenioso.
Le puso la voz el talentoso actor Evgueni Leónov y se aceleró su voz para que fuera más divertido. La gente nacida en Rusia después de 1969 está familirizada con Winnie.
Bonus. Osos Shishkin
Son anónimos pero son unos de los primeros osos que conoce cualquier niño ruso. El cuadro Mañana en un bosque de pinos fue pintado por los artistas Iván Shiskin y Konstantín Savitski en 1899. En la época soviética aparecían en el envoltorio de unas chocolatinas, y por eso se convirtieron en los osos favoritos de los niños soviéticos.
Curiosamente Iván Shiskin, que era un gran pintor de árboles y plantas, era terrible haciendo animales. Invitó a Savistki a que pintara los osos. Cuando el coleccionista Pável Tretiakov compró el cuadro a Shiskin, eliminó la firma del desconocido Savistki para aumentar el valor de la obra.
Si quieres ver osos en Rusia, tienes que leer este artículo.
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