Las colosales estatuas de Zurab Tsereteli, de Estados Unidos a Francia (FOTOS)

Cultura
ALEXÉI TIMOFÉICHEV
Zurab Tsereteli es un escultor ruso-georgiano que ha sido elogiado en su país y en el extranjero, pero cuyas obras son a menudo controvertidas. A veces, simplemente por el hecho de que el tamaño realmente importa.

Se dice que Tsereteli ha creado más de 5.000 obras de arte. Durante 20 años el escultor ha sido presidente de la Academia Rusa de las Artes. Sus numerosos premios incluyen los más importantes a nivel internacional, como la Legión de Honor. Muchas de sus esculturas están expuestas en el extranjero.

Las primeras obras de Tsereteli se vieron en Occidente a finales de la década de los 70. Impartió un curso en la State University of New York's College, en Brockport, en 1979, donde se celebraron los Juegos Olímpicos Especiales de Verano de ese verano. Aquel año también fue proclamado el Año Internacional del Niño.

Tsereteli creó dos esculturas, Prometeo y Alegría y felicidad para todos los niños del mundo, y las presentó a la facultad. Las dos piezas de bronce eran bastante monumentales, pesando alrededor de 30 toneladas. Fueron enviados de la URSS a los EE UU y fueron necesarios cinco camiones para ser entregados al campus de la universidad.

La llegada masiva de obras de Tsereteli a Occidente coincidió con la época de la perestroika de Mijaíl Gorbachov. El final de la Guerra Fría se convirtió en el tema de algunas de sus obras más importantes de la época. En 1990, en la ciudad de Londres, se erigió una estatua con el nombre Rompe el Muro de la Desconfianza.

El mismo año, frente al edificio de las Naciones Unidas en Nueva York, se erigió El bien vence al mal. San Jorge atravesaba un dragón que había sido forjado con partes de misiles balísticos SS-20 soviéticos y Pershing-2 americanos. "La idea era que no se usarían estas armas contra países o naciones", dijo Tsereteli más tarde sobre la estatua. La innovadora escultura se convirtió en uno de los símbolos del fin de la Guerra Fría.

Otro San Jorge de Tsereteli se encuentra en el centro de Tiflis​. La estatua, de 40 metros de altura, del patrón del país fue erigida en 2006. Hasta principios de la década de 1990 era otro el patrón que se levantaba en el centro de la ciudad: Vladímir Lenin. Finalmente, el dorado santo de 40 metros de altura reemplazó la figura del líder proletario.

En los años 90, el escultor quedó fascinado con el tema del descubrimiento del Nuevo Mundo, y en 1992 se cumplieron 500 años de la llegada a América de Cristóbal Colón. Entonces surgió la idea de crear un díptico escultórico: una estatua en España y otra en algún lugar de América. La primera, El nacimiento del hombre nuevo, presentado a Colón, fue erigida en Sevilla en 1995.

Su contraparte, otro Colón en el Nacimiento del Nuevo Mundo, tuvo una historia mucho más complicada. Inicialmente estaba destinada a ser colocada en Nueva York, pero en 1997 la ciudad se negó a aceptar la gigantesca estatua, mucho más alta que la de la Libertad (126 metros de altura y 200 toneladas de peso). Otras ciudades de EE UU siguieron el ejemplo. Pasarían 20 años antes de que finalmente se erigiera, en Puerto Rico.

La Lágrima de dolor dedicada a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre también se suponía que estaría en un lugar diferente a donde está en la actualidad. Su destino era Jersey City, cerca del lugar donde se encontraban los edificios del World Trade Center. Al final, el monumento fue colocado en Bayonne, Nueva Jersey, a orillas del río Hudson. La escultura, con una altura de 10 pisos, fue un regalo del gobierno ruso.

Este monumento a las víctimas del Holocausto también fue un regalo. En este caso, del Presidente Vladímir Putin a Israel, país donde fue erigido en 2005. En él están representadas seis prisioneros. Tres adultos protegen a una familia con sus cuerpos: un padre, una madre y un niño.

El monumento al Papa Juan Pablo II en Ploermel, Francia, fue controvertido desde el principio, en 2006. A algunos no les gustó la cruz de ocho metros por encima de la cabeza del pontífice y la vieron como una violación de la separación oficial entre la iglesia y el estado que está consagrada en la ley francesa. La batalla legal duró años y llevó a la decisión de quitar la cruz o desmantelar la estatua por completo. Polonia se involucró en la disputa (el Papa era ciudadano polaco) diciendo que el país estaba dispuesto a recibir el monumento si la comunidad local así lo aceptaba de acuerdo. Por el momento, sigue en Francia.

Incluso si Polonia se queda con el papa de Ploermel, Francia todavía tiene otro Juan Pablo II de Tsereteli. Está en París, cerca de Notre Dame. El monumento de 3 metros de altura apareció en el centro de la ciudad en 2014. Pero sin controversia alguna.

Francia es la sede de otro homenaje en bronce Tsereteli: uno dedicado a Honore de Balzac. El escritor se sienta en medio de la composición, rodeado de personajes de sus libros. El monumento mide 5 metros de altura está situado en el sur del país y parece bastante modesto en comparación con una lágrima gigantesca o un Colón colosal.

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