Cantante hecho a sí mismo
Dmitri Jvorostovsky nació en la ciudad siberiana de Krasnoyarsk, en 1962, en el seno de una familia de ingenieros y ginecólogos. Sin embargo, el padre de Dmitri solía tocar el piano y coleccionaba grabaciones de las grandes estrellas mundiales de la ópera, y al tomar inspiración de esto, Dmitri encontró su vocación como cantante. Cinco años después de graduarse de una escuela secundaria de artes en Krasnoyarsk, trabajó como solista en el teatro local de ópera y ballet.
Sensación de la noche
El suave y profundo timbre de la voz de Jvorostovsky fue percibido por todos y muy elogiado en el concurso Cardiff Singer of the World en 1989, que ganó. A partir de entonces, fue contratado constantemente para cantar en los escenarios de ópera más respetados del mundo, del Covent Garden hasta La Scala, de la Ópera de Viena hasta The Metropolitan Opera.
Un intérprete universal
Parecía que no había un repertorio que Jvorostovsky no estuviera listo para interpretar. Si miramos la lista de personajes de ópera que interpretó, muestra una gama impresionante e increíblemente diversa, desde el Don Carlos de Giuseppe Verdi hasta Oneguin de Chaikovski. Jvorostovsky también cantó canciones contemporáneas y pop, encontrando una manera de encajar tanto con Julio Estrada como con cantantes de ópera clásicos en un escenario. Además sorprendió a sus admiradores con un EP de canciones rusas de guerra y un concierto a continuación.
Un hombre de fuerte voluntad
En 2015 Jvorostovsky anunció que tenía un cáncer cerebral y puso sus actuaciones en pausa, cancelando varios conciertos. Sin embargo, volvió a los escenarios después de solo unos meses, interpretando uno de los papeles principales en la producción Il trovatore de The Met, junto con Anna Netrebko.
Mientras luchaba contra el cáncer en 2016 y 2017, Jvorostovsky siguió actuando tanto en Rusia como en el extranjero. Se informó que, después de tener que cancelar varios conciertos, Dmitri se presentó en Toronto en abril y llenó una sala. El programa del concierto de gala se formó principalmente según sus sugerencias: quería cantar arias de óperas rusas.
En junio de 2017, Jvorostovsky ofreció un concierto en su ciudad natal de Krasnoyarsk, donde los miembros del público, con los ojos lloroso, le dieron una gran ovación. Habiendo actuado con un brazo roto, era claro para todos que tenía dificultades para moverse, pero cantó bises una y otra vez, gritando al final de su actuación "Debería haber vuelto a mi ciudad natal".
El 22 de noviembre, se informó que Jvorostovsky falleció, a las 3:36 a.m. GMT, en Londres, donde vivía desde 1994.