No es ningún secreto que a los rusos les encanta la cebolla y la añaden a la mayoría de sus platos, cruda o procesada. Además de su vivo sabor, este bulbo tiene beneficios para la salud: es una buena fuente de vitaminas del grupo B en invierno, y también contiene manganeso, cobre, potasio y fósforo.
Las mujeres rusas siempre han sabido hacer milagros con las cebollas, por ejemplo, preparando “coteletas” (kotleti, es el nombre que se da en Rusia a las albóndigas u otras masas). Este plato era muy popular durante la Cuaresma (cuando está prohibido el consumo de carne), pero también resultaba útil en épocas de escasez: tales platos eran casi indistinguibles de los de carne. Hoy en día, las coteletas de cebolla no se preparan tan a menudo, pero pueden adornar la mesa de los amantes de la vida sana o de los vegetarianos.
Compartimos contigo una receta sencilla que toda babushka (abuela rusa) se sabe de memoria.
Pelar la cebolla y el ajo y triturarlos en una batidora.
Mezclar el huevo, la sal y la pimienta.
Añadir la harina.
Dejar reposar la mezcla durante 30 minutos, removiendo de vez en cuando.
Formar las albóndigas. Colocarlas en una sartén caliente con aceite vegetal.
Freírlas por ambos lados a fuego moderado hasta que se doren. ¡Priatnovo apetita!
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