El kvas es una bebida tradicional rusa, elaborada mediante la fermentación de agua, harina y malta o pan de centeno, así como bayas y frutas. Se menciona por primera vez en Rusia en 988, durante el reinado del príncipe Vladímir. Según la crónica, cuando se cristianizó el país, ordenó “distribuir entre el pueblo alimentos, miel y kvas [traducido del ruso antiguo literalmente como ‘bebida agria’]”. No se sabe de dónde sacó Vladímir la receta del kvas, pues ya existían bebidas similares en el extranjero, pero era tan popular entre sus leales súbditos que en el siglo XI se había extendido por toda la Rus'.
Hoy en día, el kvas sigue siendo muy popular entre los rusos y está disponible de muchas formas en todo el país. Puede tomarse solo -como bebida- o añadido a la famosa sopa fría conocida como “okrochka”. Puede encontrar kvas en cualquier tienda rusa, pero si quiere una versión auténtica, lo mejor es prepararlo en casa.
Desde la Edad Media, se cree que el kvas fortalece y tonifica el cuerpo, y es cierto, ya que contiene muchas bacterias probióticas beneficiosas. Conozcamos una de las sencillas recetas de esta bebida, que le permitirá disfrutar del kvas sin necesidad de visitar Rusia.
Ingredientes para 1,5 litros:
agua - 1,5l
pan de centeno - 150g
azúcar: 80 g
pasas sultanas - 20 g
gasa (toalla de algodón)
jarra de 2l
Preparación:
Secar el pan rallado de centeno en el horno a 130℃ durante 20 minutos.
Remover el azúcar en el agua caliente. Esperar hasta que el líquido esté tibio.
Colocar el pan rallado y las pasas en una jarra. Llenar con agua.
Tápalo con una gasa y guárdalo en un lugar oscuro a temperatura ambiente durante 3-4 días.
Unos días después, verás cómo comienza el proceso de fermentación. Cuela el kvas.
Viértelo en un tarro con tapa hermética y mételo en la nevera.
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