‘Todo borsch sueña con convertirse en un pirozhok’, reza un cartel de neón en la pared del Borsch Cafe de San Petersburgo. Parece que su fundador, Anatoli Bordiyán, a quien apodan ‘Borsch’ porque es chef y bloguero gastronómico, ha seguido el mismo principio. Y así, decidió convertir esta sopa rusa favorita en comida callejera que la gente pueda llevarse consigo.
“La idea de crear borsch en un pirozhok se me ocurrió por mi deseo de reinventar el concepto de comida casera, que conocemos y amamos desde la infancia”, explica Anatoli Bordiyan en conversación con RB. Ahora, el borsch está disponible en formato para llevar: te lo puedes comer en el trabajo, el colegio o la universidad, o incluso en el coche. Y eso es muy cómodo”.
En el menú del Borsch Cafe (ya se han abierto dos locales en San Petersburgo y uno en Moscú), el borsch no sólo ha pasado de ser una sopa clásica a un crujiente pirozhok al que hincar el diente, sino que el shchi y la solianka también han hecho lo propio. El cuenco y la cuchara son cosa del pasado, y ahora los sólidos se sirven dentro de un pirozhok y el caldo (que se sirve por separado en un vaso) recibe aquí el nombre de “néctar”.
Si realmente quieres probar este innovador plato borsch-pirozhki pero no tienes la oportunidad de visitar el Borscht Cafe de San Petersburgo, puedes preparar algo parecido tú mismo. Aquí tiene unas breves instrucciones.
Borsch en pirozhok
Prepara un rico borsch con carne y verduras.
Pasar los sólidos por un colador.
Cortar el hojaldre en rectángulos (aproximadamente 5 x 10 centímetros).
Pon aproximadamente una cucharada de sólidos de borsch sobre un rectángulo de hojaldre, luego cúbrelo con otra capa de hojaldre y finalmente séllalo con un pellizco.
A continuación, freír los pirozhki.
Al final, se sirven por separado el pirozhok relleno y el caldo de borsch en un vaso.
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