Al igual que muchos otros tipos de mermelada al estilo eslavo, la versión de calabaza es un auténtico clásico de la cocina rusa. Es muy popular en las regiones meridionales, como Kubán, donde la temporada de fruta es bastante larga y la cosecha abundante y variada.
Suelo considerar las recetas con calabaza un poco controvertidas, ya que la mayoría de la gente no come calabaza de ninguna forma. Pero es muy probable que este postre guste incluso a los escépticos, algo que han comprobado los miembros de mi familia, que normalmente no soportan la calabaza. ¡Pero no en este caso! La razón es que después de cocerla en sirope de azúcar, de alguna manera empieza a saber como una mezcla de pera y manzana.
Aquí tienes algunos consejos que pueden ayudarte a conseguir un resultado realmente delicioso y satisfactorio.
1. La primera característica clave de esta receta es utilizar un tipo de calabaza dulce, como la Butternut (la que tiene forma de pera), que tiene una agradable consistencia tierna y un suave sabor afrutado. Aunque cualquier tipo de calabaza azucarada también funcionará.
2. También es importante cocinar bien la calabaza para que cada trozo quede blando y tierno.
3. Recomiendo cocinar la calabaza en combinación con algunas otras frutas: enriquece el sabor y lo hace aún más parecido a un postre. Los maridajes más populares son las manzanas, las naranjas y las bayas de temporada.
En esta receta añado espino amarillo, una de mis bayas favoritas. También se le llama "piña siberiana" por su sabor ligeramente agrio tropical que complementa a la perfección la calabaza dulce.
Pela la calabaza y retira todas las semillas; a continuación, corta la pulpa de la calabaza en dados pequeños.
Mezcla el espino amarillo, la calabaza en dados y el azúcar en una olla y deja reposar durante 1-2 horas a temperatura ambiente; la mezcla debe dar zumo.
Añadir una rama de canela y empezar a calentar lentamente la mezcla.
Esperar a que empiece a hervir ligeramente y cocer a fuego bajo-medio durante unos 45-60 minutos hasta que los dados de calabaza se ablanden.
Notarás como la mezcla se concentra y todos los ingredientes se vuelven blandos y tiernos.
Mientras tanto, esteriliza unos tarros de cristal. Yo prefiero lo más fácil, el microondas: vierte un par de cucharadas de agua en un tarro y mételo en el microondas durante 2 minutos a máxima potencia. A continuación, coloca el tarro boca abajo sobre una superficie de cocina limpia o sobre papel de cocina para que se seque.
Para esterilizar las tazas, basta con hervirlas durante 2 minutos en una olla con un poco de agua y dejarlas secar.
Cuando todo esté listo, retirar la rama de canela y batir la masa con una batidora hasta conseguir la consistencia deseada. Yo prefiero cuando queda tipo confitura.
Ahora, pasa tu mermelada a los tarros esterilizados. Ciérralos bien, colócalos boca abajo y deja que se enfríen por completo. ¡Que aproveche!
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