El kistibi consiste en panes planos magros, o tortillas, generosamente rellenos de reconfortantes gachas de leche de mijo (el relleno más tradicional) o de cremoso puré de patatas, todo ello abundantemente bañado en una deliciosa capa de mantequilla.
Hace mucho tiempo, las mujeres de Tatarstán (una región a unos 700 km al este de Moscú) preparaban el kistibi con amor y esmero para las ocasiones especiales, prodigando este delicioso manjar a sus invitados durante los actos festivos y las vacaciones. Sin embargo, también lo servían a diario como almuerzo nutritivo para los maridos que trabajaban duro en el campo.
Hoy en día, en nuestro acelerado mundo moderno, la preparación del kistibi ha evolucionado un poco. Aún se conservan los métodos tradicionales, pero la practicidad ha dado lugar a nuevos enfoques. Las amas de casa tienen ahora la opción de utilizar lavash (o tortillas) comprados y preparadas para agilizar el proceso. Sin embargo, es preferible un kistibi casero.
Uno de los aspectos más fascinantes del kistibi es su versatilidad. Este plato no se limita a un solo momento del día. Se puede servir como comida o cena, bien caliente y humeante, o en el desayuno, acompañado de una taza de té dulce.
También se pueden variar los rellenos o utilizar sobras de la cena, como gachas o puré de patatas. Hoy sugiero cocinar el kistibi con puré de patatas y cebolla. Tiene un sabor tierno con un toque de cebolla caramelizada.
Ingredientes para 10-12 panes planos:
Para la masa:
- 280 g de harina
- 100 ml de leche caliente
- 1 huevo
- 50 g de mantequilla derretida
- 1 cucharada de azúcar
- Una pizca de sal
Para el relleno
- 500 g de patatas
- 1 pedazo de cebolla
- 100 ml de leche
- 1, 5 cucharadas de mantequilla
- Sal al gusto
Preparación:
Empecemos por preparar la masa. En un recipiente hondo, mezcla la leche tibia, el azúcar, la sal, el huevo y la mantequilla derretida.
En otro bol, tamizar la harina. Añadir poco a poco la harina tamizada a la mezcla de huevo y leche, amasando la masa hasta que ya no se pegue a las manos. Es posible que necesites aproximadamente 250 g de harina para este paso.
Cubrir la masa con una toalla y dejarla reposar durante 30 minutos para que se relaje y sea más manejable.
Mientras la masa reposa, lavar las patatas, pelarlas y cortarlas en trozos grandes. Hervir los trozos de patata en agua con sal hasta que estén tiernos. Escurrir el agua y triturar las patatas hasta conseguir una consistencia suave.
Añadir leche caliente y 1 cucharada de mantequilla al puré de patatas. Mezclar bien para crear una mezcla cremosa de patatas. Sazonar con sal al gusto.
Lavar la cebolla, pelarla y picarla finamente.
En una sartén, calentar 0,5 cucharadas de mantequilla a fuego lento. Freír la cebolla cortada en dados hasta que esté transparente y ligeramente caramelizada.
Añadir la cebolla al puré de patatas y mezclarlo. Esto añade un delicioso sabor salado al relleno.
Colocar la masa sobre una superficie ligeramente enharinada. Enróllala en forma de salchicha gruesa y, a continuación, córtala en 10-12 trozos del mismo tamaño.
Estirar cada trozo de masa con un rodillo hasta obtener un pan plano fino y circular de unos 15 cm de diámetro.
En una sartén seca precalentada, cocina cada pan plano durante 1-2 minutos por cada lado hasta que se dore ligeramente y se hinche ligeramente.
Mientras los panes planos aún están calientes, coloque una porción generosa del relleno de patata y cebolla preparado en la mitad de cada pan plano.
Doblar la otra mitad del kistibi sobre el relleno para crear una forma de media luna.
Justo antes de servir, unta generosamente la parte superior de cada kistibi con mantequilla derretida. Este paso añade un toque lujoso al plato.
¡Que aproveche!
Síguenos en nuestro canal de Telegram: https://t.me/russiabeyondes
LEE MÁS: ‘Sharlotka’: la tarta de manzana rusa que le encanta a mi suegra mexicana