En cuanto a su composición, no difieren de los tradicionales, sin embargo, todos los ingredientes se mezclan en una sola masa y no requieren una preparación meticulosa de una masa fina ni un moldeado adicional. Muchos rusos los conocen desde su más tierna infancia, mientras que algunos probaron este plato por primera vez en la stolovka (cantina) de su colegio.
Te sugerimos que pruebe a cocinar los “varéniki perezosos” con albaricoques. Estas frutas aportan a este delicado plato una ligera acidez. Sorprendentemente, los varéniki de albaricoque suelen ser populares incluso entre aquellos a los que no les gusta el tvorog (requesón ruso).
Receta:
Caramelizar 10 g de azúcar en un cazo.
Retira los huesos de los albaricoques (300 g) y póngalos en un cazo.
Añadir la miel (40 g) y una cucharadita de agua.
Cocer a fuego medio durante 3-5 minutos.
Mezclar el tvorog (500 g) con la harina (70 g) y añadir el azúcar (5 g).
Formar la masa en dos tiras de 1,5 cm de diámetro, aplastándolas ligeramente para que queden más ovaladas que redondas.
Cortar cada tira en diagonal en trozos de 1 cm de ancho.
Cocer los varéniki de 2 a 4 minutos en agua con una pizca de azúcar y sal.
Servir con nata agria o mantequilla y rodajas de albaricoque.
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