Talalúi, receta de un plato ruso a base de patatas y suculentos pepinillos

Olga Brovkina
El talalúi es un plato de patatas originario de la región de Smolensk, al oeste de Rusia. Ha evolucionado a lo largo de los siglos, y pasó de ser un pastel a tomarse en raciones individuales.

Talalúi tiene un distinguido pedigrí en la historia culinaria de Smolensk, sit uada en la frontera occidental de Rusia, a unos 400 km de Moscú. Al igual que en la vecina Bielorrusia, con la que también limita la región de Smolensk, los platos a base de patatas son muy populares entre los lugareños.

Talalúi es uno de esos apreciados platos de patatas. Por cierto, traducida del bielorruso, la palabra “talalúi” significa "tonto". En un diccionario de la lengua rusa del siglo XIX, significaba "charlatán". De algún modo, la palabra caló entre los campesinos como nombre de esta receta. Otro diccionario lo describía como "un plato a base de patatas cocidas y machacadas, enfriadas, cortadas en trozos, untadas con mantequilla".

En general, esto es cierto. El talalúi es un plato sencillo y cotidiano compuesto principalmente de patatas, junto con aceite vegetal, linaza molida y sal. Para prepararlo, primero hay que hervir las patatas con piel. Luego se pelan, se hacen puré y se salan. Nada nuevo, pero la forma de servirlo en la región de Smolensk siempre ha sido bastante original.

Una vez lista la mezcla de puré de patatas, se envasaba en un recipiente grande y a presión, parecido a una tartera, y se cortaba en trozos individuales para facilitar su consumo, ya fuera con la mano o con un tenedor. Antes de servir, los trozos de talalúi se regaban con aceite vegetal y se espolvoreaban con linaza molida.

El talalúi ocupaba un lugar especial en la cocina local, sobre todo durante los periodos de ayuno ortodoxo, como la Cuaresma, justo antes de Pascua. El plato satisfacía y ofrecía una sensación de saciedad incluso cuando se respetaban las restricciones dietéticas religiosas.

Con el tiempo, la presentación del talalúi ha cambiado. La forma tradicional se transformó gradualmente en empanadillas individuales de patata. Esto se hizo para facilitar la división de las porciones.

Además, las hierbas frescas pasaron a ocupar un lugar destacado, añadiendo una explosión de sabores vibrantes y realzando el atractivo aromático del plato. El pepino encurtido equilibra la riqueza de las patatas y aporta un toque refrescante a cada bocado. ¡Vamos a probarlo!

Ingredientes para 2 raciones:

  • 4 patatas 
  • Una pizca de sal
  • 20 g de linaza
  • 30 ml de aceite de linaza
  • 2 pepinillos
  • 50 g de hierbas frescas (lechuga, eneldo, perejil) como guarnición

Preparación:

Empezar lavando bien las patatas. Déjales la piel para que tengan una textura y un sabor más rústicos.

Coloca las patatas en una olla y añade agua suficiente para cubrirlas. Añade una pizca de sal.

Llevar el agua a ebullición a fuego medio y cocer las patatas hasta que estén tiernas (unos 20 minutos).

Una vez cocidas, escúrrelas y déjalas enfriar. Cuando estén lo bastante frías como para poder manipularlas, quítales la piel pelándolas suavemente o con un cuchillo.

Coloca las patatas en un mortero o cuenco y machácalas. Esto requiere cierto esfuerzo, ya que hay que conseguir una consistencia suave y pegajosa. Seguir machacando hasta que las patatas se conviertan en una masa cohesiva.

Mientras se machacan las patatas, se espolvorea una pizca de sal.

Una vez trituradas y sazonadas las patatas, toma una porción de la mezcla y dale forma de salchicha con las manos. Repita esta operación hasta que todas las patatas trituradas tengan forma de salchicha.

Coloque cada tronco de patata en forma de salchicha sobre un trozo de film transparente. Enrolle bien el envoltorio de plástico alrededor del tronco, asegurándose de que quede completamente cubierto y sellado.

Pase las salchichas de patata envueltas a un plato o bandeja de horno y métalas en el frigorífico durante media hora aproximadamente. Esto permite que las patatas se endurezcan y mantengan mejor su forma al cortarlas.

Cuando se hayan enfriado lo suficiente, saque las salchichas de patata del frigorífico y quíteles el envoltorio de plástico. Con un cuchillo afilado, córtalas con cuidado en porciones individuales, creando trozos redondos u ovalados.

Disponga los trozos de talalúi cortados en una fuente de servir o en platos individuales.

Corte los pepinillos y las verduras.

Disponga los pepinillos cortados y las verduras en un plato con su talalúi.

Añade las semillas de lino a la mezcla.

Rocía la mezcla con aceite de linaza. El aceite añade un sabor rico y distintivo al plato.

Sirva el talalúi a temperatura ambiente y disfrútelo como plato principal o como guarnición de otros platos tradicionales rusos. ¡Que aproveche!

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