Antes del siglo XVIII, Rusia tenía una bebida popular que se elaboraba con frutas secas, bayas y hierbas, y que se llamaba vzvar, palabra que deriva de zavarit (elaborar cerveza). Normalmente, el vzvar se preparaba en Nochebuena, y a veces se añadía sémola para que la bebida fuera más nutritiva. Más tarde, el vzvar dio paso al kompot, que puede hervirse más rápida y fácilmente.
La forma moderna de la kompot fue introducida en Rusia en el siglo XVIII por los cocineros franceses. Al principio, era más un postre que una bebida. Se servía con bebidas y helados, pero no se conservaba bien, así que los rusos, amantes de conservar los alimentos en tarros, empezaron a añadir más azúcar y agua.
La cocina rusa moderna tiene varias versiones de kompot. En invierno, la versión más popular y de color oscuro se hace con frutos secos de color oscuro como ciruelas pasas. Sin embargo, también puede hacerse con manzanas secas, albaricoques, higos y pasas. Recuerdo esta versión de kompot de los almuerzos de la guardería, el colegio y la universidad.
Durante la temporada de verano en la dacha, los tipos de kompot más populares se hacen con manzanas pequeñas, ciruelas, cerezas y peras. A menudo, estas plantas proporcionan una cosecha abundante, pero las frutas frescas suelen tener un sabor agrio. Sin embargo, cuando se añade azúcar a estas kompot, revelan todo su sabor.
Entre las bayas más populares para el kompot de verano están las grosellas rojas y negras, las fresas, las grosellas espinosas, las cerezas y las frambuesas. Incluso hoy en día, considero que el kompot casero de bayas es el mejor sabor del verano.
Solía recoger bayas maduras de los arbustos del jardín y luego mi abuela o mi madre preparaban un dulce manjar. Lo bueno de la kompot es que puedes hervir cualquiera de tus frutas o bayas favoritas en agua con azúcar, y obtendrás un sabor distinto cada vez.
Lo principal que tienes que recordar es que algunos ingredientes tardan más en hervir, como la manzana y el ruibarbo, que utilizo en mi receta. Las bayas, en cambio, sólo necesitan hervirse unos minutos. Un hervor mínimo ayuda a conservar las vitaminas y los nutrientes, mientras que las bayas liberan todo su sabor y aroma en la bebida.
El resultado es una bebida deliciosa y refrescante que tiene un sabor robusto y muchas vitaminas. La kompot también se puede servir como postre porque las bayas y la fruta conservan un sabor tremendo.
Ingredientes:
- Agua - 3 litros
- Manzanas (medianas) - 2 unidades
- Fresas - 150 g
- Cerezas - 100 g
- Grosellas - 100 g
- Frambuesas - 100 g
- Grosella espinosa - 50 g
- Azúcar 150 g
- Ruibarbo - 2 tallos
Lavar y pelar las manzanas y quitarles el corazón. Necesitaremos las cáscaras y el corazón para el almíbar. Poner las cáscaras y el corazón de las manzanas en un cazo.
Corta el ruibarbo en trozos grandes y ponlos en la olla.
Añade el azúcar.
Vierte agua hirviendo sobre ellos.
Dejar hervir unos 20 minutos. Deberías obtener un sirope rico y dulce.
Mientras hierve el almíbar, preparar la fruta y las bayas. Corta las manzanas en rodajas.
Lava y pela las fresas.
Me han sobrado frambuesas congeladas del año pasado; las nuevas que crecen en el jardín aún no están maduras. Las añado a las moras.
Prepara el resto de las bayas.
Pasa el líquido por un colador.
Añadir las manzanas y las grosellas y cocer a fuego lento en el almíbar durante 3 minutos.
Apaga el gas y vierte el resto de las bayas en la bebida caliente.
Cúbrelo con la tapa y déjalo hasta que se enfríe. Cuando abras la tapa, sentirás todo el sabor de las bayas de verano.
Vierte la kompot en una jarra y métela en la nevera para que se enfríe, o anímate a probarla.
Disfruta de la kompot en un buen día de verano al aire libre o en casa.
No te olvides de comerte la fruta: ¡todo está delicioso!
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