Dzikka, recetas de gachas de queso que se hacen en Osetia cuando nace un niño

Olga Brovkina
Este plato se puede hacer de dos formas. La dzikka caliente es una papilla, y en frío es una cacerola. Elija su versión favorita.

Las gachas osetias de alto contenido calórico, dzikka, se componen de ingredientes que pueden encontrarse en todas las casas: queso madurado en salmuera, harina, crema agria y sal. Se cree que en la época precristiana, los alanos, los antepasados de los osetios que hoy viven en la región del Cáucaso, utilizaban estas "gachas" como ofrenda al dios patrón del ganado, llamado Falvara. La elección no es sorprendente porque los principales ingredientes son de origen animal. Y es uno de los platos locales más nutritivos.

Durante el periodo cristiano, la dzikka comenzó a prepararse dos veces al año: el martes después de la Semana Santa y al final del verano, antes de esquilar las ovejas.

A primera vista, se podría pensar que la dzikka es un plato sencillo, pero en realidad es una papilla muy "caprichosa" que requiere mucha atención y silencio durante la cocción. En la Osetia moderna, la dzikka se prepara para el Kajts, una celebración en honor al nacimiento de un hijo.

Una antigua leyenda está asociada a esta fiesta. Los lugareños acostumbran a desear riqueza, salud, longevidad y procreación. Los osetios lo denominan "barkad", y se lo desean a los amigos, a los invitados estimados y a los recién nacidos.

Cuando nace un niño, los ancianos se dirigen al Todopoderoso y rezan para que el barkad le acompañe cuando crezca y se haga hombre. Luego, bajan su pierna en una papilla de queso caliente -dzikka-. Este ritual simboliza el primer paso del bebé, por lo que la dzikka es un símbolo de abundancia y prosperidad.

El principal secreto de la cocción de la dzikka se describe así: "silencio en el proceso, y también una actitud positiva y los pensamientos adecuados: sobre el hogar, la familia y la abundancia". También es una costumbre que se observa estrictamente hasta ahora.

El plato suele servirse caliente en platos de sartén y no necesita cubiertos. Los osetios lo comen con una tortilla de tandoor, a veces adornada con verduras. La dzikka también se come en el desayuno con la bebida láctea fermentada ayran. Cuando se sirve fría, la dzikka no es menos deliciosa como cazuela.

Ingredientes para 6 raciones

  • 40 g de queso de Osetia (cualquier queso cuajado, por ejemplo, mozzarella o feta)
  • 150 g de harina
  • 1 kg de nata agria
  • 1 cucharada de sal (opcional) - 1 cucharadita (o menos si el queso es muy salado)

Preparación:

Picar el queso con las manos, o aplastarlo con un tenedor o un rallador.

A continuación, añadir al queso dos latas de medio litro de crema agria grasa. Las mujeres locales dicen: "No se puede estropear el dzikka con crema agria".

En este paso, añadir sal y mezclar a la masa y batir para eliminar el exceso de grumos.

Verter la masa en una olla grande de fondo grueso y fundirla. Esto lleva entre 15 y 20 minutos. Hay que remover constantemente la papilla. En cuanto aparezcan burbujas en la superficie, reducir el fuego al mínimo y añadir la harina de trigo en pequeños puñados. No hay que dejar que la masa hierva, de lo contrario quedará insípida.

Por último, batir las gachas hasta obtener una masa homogénea y sin grumos. La dzikka cocida es ligeramente más densa que la masa de las tortitas y tiene un tono cremoso. Disfrute.

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