Se consideraba que los monos eran más parecidos a los humanos en muchos aspectos. Precisamente por eso fueron elegidos por los estadounidenses. Un macaco rhesus llamado Albert fue el primero en ir al espacio en un cohete en 1948.
La URSS también se fijó en los monos. El doctor Oleg Gazenko, uno de los principales científicos del programa espacial, llegó a visitar un circo con fines de observación. Allí se dio cuenta de que los monos darían muchos problemas. Son menos estables emocionalmente, tienen crisis nerviosas, durante las cuales expresan agresividad. En los EE.UU., para contrarrestar esto, los animales fueron puestos en un estado de intoxicación inducida por drogas. En la URSS, la elección del animal recayó en los perros. Y, en concreto, perros callejeros.
"Todo es muy comprensible: ellos [los perros callejeros] son increíblemente listos, son poco exigentes. A diferencia de cualquier perro de raza, valoran la amabilidad que se les demuestra", explicó Gazenko.
En total, la URSS lanzó 51 perros callejeros en sus cohetes, de los que 12 no sobrevivieron al vuelo.
Al final, también probaron suerte con monos, pero mucho más tarde, en la década de 1980. Dentro del programa soviético 'Bion', 12 monos consiguieron ir al espacio, pero cuando el último, llamado Multik, murió tras aterrizar, decidieron cerrar el programa.
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