¿Está familiarizado con el hábito de dejar algo delicioso para después? Gracias a la vieja tradición de preservar la fruta y las verduras de verano para las temporadas frías, los rusos saben muy bien cómo almacenar alimentos para el invierno.
La conservación de tomates se considera generalmente una buena manera de deshacerse de una cosecha excesiva y diversificar sus comidas en invierno. Ya no es necesario hacerlo pero la gente en Europa del Este sigue haciéndolo. ¿Por qué? Porque los tomates de verano son dulces y tienen un sabor más rico.
Hay muchas maneras de hacer la salmuera para los tomates salados. Tradicionalmente, las verduras se conservaban sólo por medio de la fermentación. Se llaman solioniye o kvasheniye. Los tomates fermentados no solo son deliciosos, sino también saludables. Para hacer los tomates más picantes y darles un sabor particular se puede añadir vinagre, lo que podría reducir los procesos naturales. Estos tomates se llaman marinovaniye, la palabra rusa para “encurtido”.
Os invitamos a probar estos tomates semisalados que se hacen rápidamente. Están listos para ser servidos en 24 horas y estamos seguros de que se convertirán en unos de tus favoritos. Se sirven mejor con patatas hervidas.
Ingredientes para una jarra de 3/4 de litro:
- 500 ml de agua
- 500 g de tomates cherry
- 2 cucharaditas de sal
- 1 cucharadita de azúcar
- 5 dientes de ajo
- Hojas de laurel
- Semillas de cilantro
- Tomillo
- Pimienta de Jamaica
Elaboración:
Lavar los tomates.
Preparar la salmuera añadiendo al agua la sal, el azúcar, la pimienta de Jamaica y el cilantro. Dejar que hierva y apagar el fuego.
Perforar cada tomate por el tallo para permitir que penetre la salmuera.
Cortar el ajo. Poner los tomates y el ajo en un frasco esterilizado y llenar hasta arriba.
Verter salmuera caliente en el tarro; luego ciérralo.
Esperar a que se enfríe y colocar el tarro en la nevera. Esperar 24 horas y disfruta de los tomates ligeramente salados.
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