Estos son los 10 bombones más ricos de Rusia

Cocina
VICTORIA RIÁBIKOVA
La redactora más golosa de nuestra redacción ha probado cientos de marcas de diferentes dulces y ha escogido los mejores para ti.

1. Mishka Kosolapi (Oso torpe)

Si decides comprar caramelos en Rusia, que estos sean tu primera opción. Se puede decir que son los más conocidos desde la época soviética. Se trata de dos barquillos con una pasta praliné de almendras tostadas y sabor a vainilla, recubiertos de chocolate negro.

El caramelo es también apreciado por su brillante envoltura, que muestra un detalle de un cuadro de Iván Shishkin, Mañana en el bosque de pinos. Algunas familias soviéticas incluso decoraban el árbol de Navidad con estos caramelos.

2. ‘Batónchiki’ de Rot Front

Una vez, cuando era niño, comí tantos bombones de estos que no pude volver a verlos durante... un par de días. Al final no pude contenerme y me comí otro paquete porque son deliciosos.

Las barras llamadas batónchiki están hechas de una cremosa mezcla de nueces con cacao y migas de barquillo. Es mejor tomarlas con té caliente, ya que prácticamente se derriten en la boca después de un par de sorbos y dejan un gusto agradable.

3. Kara-Kum

Kara-Kum es en realidad el nombre de un desierto en Turkmenistán y significa literalmente “arena negra”. Estos bombones son de color oscuro ya que están cubiertos con un glaseado de chocolate. El relleno está hecho a base de praliné con cacao añadido y obleas trituradas que le dan ese crujido “arenoso”.

4. Zolotói Kliúchik (Llavecita de Oro)

Estos toffees eran los caramelos más populares en la URSS, sobre todo por su bajo precio. Solo había un inconveniente: no todos lograban quitarle la envoltura completa al pegajoso caramelo y algunas personas los masticaban con trozos de papel. Hoy en día este problema ya no existe. Estos dulces de centro blando tienen un sabor a caramelo y leche condensada.

5. Korovka

Cualquier niño ruso o soviético reconoce este dulce de azúcar con un centro líquido y sabor a leche condensada. Una cosa importante, si los caramelos se quedan sin comer durante un tiempo, quedan igual de buenos aunque el relleno contendrá gránulos crujientes con jarabe de caramelo.

6. Rulada

Rulada es ideal para los amantes de los dulces cremosos y delicados. El caramelo está cubierto de chocolate con leche además de arroz inflado y nueces. Dale un mordisco y experimentarás inmediatamente el sabor del chocolate. El relleno de la Rulada es de una cremosidad mantecosa. Tienen un sabor muy ligero, por lo que existe un alto riesgo de que comas más de lo que deberías.

7. Krásnaya Shápochka (Caperucita Roja)

Caperucita no solo es uno de los personajes más queridos de los cuentos sino que también es apreciada por cualquier goloso en Rusia. Bajo su envoltura amarilla, que representa a la niña del cuento de hadas, hay un bombón hecho a base de varias capas de finas y crujientes obleas. Entre las capas hay una pasta de praliné cubierta con un glaseado de chocolate.

8. Marsianka

La fábrica de confitería Sladki Oréshek, fundada en el año 2000, hace estos caramelos. Sus productos se han hecho populares entre los rusos. Entre los secretos de su éxito se encuentran los rellenos crujientes y delicados con sabores de algunos ricos postres, desde tiramisú y tarta de queso hasta pudín de coco. En la parte superior, el caramelo esférico está cubierto con una corteza crujiente de glaseado de chocolate.

9. Alionka con sabor a ‘crème brûlée’

Las tabletas de chocolate con una niña con un pañuelo en la cabeza y los ojos bien abiertos se convirtieron en un icono de la confitería de la URSS. Pero los bombones con sabor a crème brûlée con el mismo envoltorio son igual de sabrosos. Consisten en un dulce de leche con sabor a cacao cubierto con un glaseado de chocolate con leche.

10. Lástochka (Golondrina)

Estos caramelos son bien conocidos por quienes pasaron su infancia en la Unión Soviética. Tienen el envoltorio dorado con el dibujo de una golondrina. Eran baratos y la gente los compraba tanto como regalo para el té como para la decoración de la mesa en ocasiones especiales. Lástochka es un delicado fondant crème brûlée al que se le añade cacao y gelatina de naranja en su interior, todo ello recubierto con un glaseado de chocolate.

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