5 pasteles rusos que se pueden hornear en una hora

Cocina
MARÍA BÚNINA
Desmitificamos el mito de que hornear pasteles es difícil. Nuestras recetas son rápidas y fáciles. De hecho, la única parte difícil es controlar ese y no comerse la masa mientras todavía está blanda.

1. ‘Medovik’ (tarta de miel)

Este dulce de varias capas se inventó hace 200 años. La esposa de Alejandro I, Isabel, no podía soportar el sabor de la miel, así que estaba estrictamente prohibida en los postres de la mesa real. Un día, sin embargo, apareció un nuevo chef de la corte que no conocía la regla. Hizo unas tartas de miel, las untó con crema y las sirvió a la familia imperial. A Elizabeth le gustaron tanto que inmediatamente abandonó su prejuicio antimiel. La tarta se convirtió en el postre de moda. Dos siglos después, la receta ya no es sólo para los pasteleros reales, sino para todos los pasteleros que hay por ahí. No dejes que sus numerosas capas te asusten, son rápidas y fáciles de hacer.

Cómo prepararla: Coloca tres huevos, una cucharada de bicarbonato de soda, tres cucharadas de miel y un vaso de azúcar en una sartén antiadherente a fuego alto. Revuelve constantemente hasta que la mezcla triplique su volumen y se asemeje a una espuma dorada. Retira del fuego e inmediatamente agrega tres tazas de harina en porciones pequeñas mientras continúas removiendo. Corta la masa en 8-9 partes. Engrasa una bandeja para hornear. Enrolla cada trozo de masa en una capa fina. Hornea a 170°C hasta que se doren (aproximadamente cinco minutos). Mientras esté suave, retírala del horno y déjala enfriar. Para la crema, bate la nata agria (800 g) y el azúcar (3/4 de taza). Añade a la tarta, según lo desees. Deja que se asienten durante 12 horas en un lugar cálido, hasta que estén firmes.

2. ‘Smetánnik’ (tarta de nata agria)

La smetánnik se diferencia de otras tartas o pasteles en que la smetana (nata agria) se añade no sólo a la crema untada en el pastel, sino también a la masa. Debido a abundancia de los ingredientes necesarios para confeccionarla, fue prácticamente la tarta casera más popular en la URSS. Además hay muchas variantes (algunas se decoran con cacao en polvo, glaseado de chocolate, pan rallado o bayas). A la crema se le pueden agregar nueces, fruta confitada o incluso ron. Lo principal es dar a la tarta 12 horas para que crezca después de su preparación.

Receta

3. Tarta cebra

Lo más distintivo de esta tarta es la alternancia de una masa clara (vainilla) y otra oscura (chocolate). En la versión más simple, las rayas dentro de la masa crean un efecto de cebra o mármol. La versión más compleja es el de las tartas de colores alternados.

Cómo prepararla: Mezcla una taza y media de azúcar con tres huevos y agrega una taza y media de harina, una cucharadita de bicarbonato de sodio y 200 g de nata agria. Amasa bien la masa y divídela en tres partes. Mezcla uno con dos cucharadas de cacao en polvo. Hornea tres pasteles durante 20 minutos a 180°C (dos blancos y un marrón). Usa nata agria para el relleno de crema: bate una taza de nata agria fría con una media taza de azúcar glasé hasta que duplique su tamaño, añade una cucharadita de vainillina y vierte 10 g de gelatina disuelta (en una media taza de agua). Bate bien la mezcla. Unta la tarta con crema y ponla en la nevera durante seis horas. Agrega glaseado de chocolate por encima, a tu gusto.

4. Tarta de galletas

No vamos a enseñaros a hacer tiramisú, sino a compartir con vosotros una receta de tarta del Libro de cocina saludable y sabrosa, publicado en la Unión Soviética en 1939. En aquel entonces, este popular libro de cocina contenía sólo dos recetas de tartas, y esta tarta de galletas era una de ellas. Tened en cuenta que en la receta se utilizan huevos frescos y que la tarta no se hornea.

Cómo prepararla: Coloca un molde de tarta en forma de anillo en un plato redondo y haz una capa de galletas en el molde (con el lado liso hacia abajo, y el texturizado hacia arriba). Luego, cubre las galletas con crema (ver abajo), y agrega otra fila de galletas y otra capa de crema. Alisa la última capa de crema y decora con más galletas, bayas frescas o congeladas y nueces picadas. Deja la tarta montada en un lugar frío durante dos horas. Retira el molde antes de servir. Para preparar la crema, bate cuatro yemas de huevo en una sartén y añade una media taza de azúcar y dos cucharadas de cacao; remueve todo, diluye con leche (3/4 taza) y calienta, revolviendo continuamente con una espátula hasta que hierva. Luego enfría la crema y agrega una cucharadita de vainillina, las claras de huevo bien batidas y 5 g de gelatina disuelta en un cuarto de taza de leche. En total, se necesitarán entre 300 y 400 g de galletas para la tarta.

5. ‘Tvorózhnik’ (pastel de requesón)

La “tarta de queso rusa” hecha con huevos frescos y corteza seca sin hornear era la segunda receta en el ya mencionado libro de cocina soviética de 1939, pero rara vez se “disfruta hoy en día, habiendo sido sustituida por una receta mucho más popular. La versión actualizada se hace en el horno durante los 40 minutos y puede ser hecha incluso por cocineros sin experiencia. Los ingredientes principales son requesón, harina, mantequilla, huevos, azúcar y la nata agria, productos que siempre están a mano. Un toque de cáscara de limón la hace aún más interesante.

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