3 deliciosos platos rusos hechos con caqui con los que te chuparás los dedos

Legion Media
Con su jugosa pulpa anaranjada y su sabor ligeramente ácido, el caqui es un fruto inconfundible. Se suele consumir fresco, pero si lo que buscas son nuevas sensaciones, prueba las recetas que te mostramos a continuación.

Para los rusos, el caqui es una de las razones por las que merece esperar el invierno. Dulce y brillante, eleva tu estado de ánimo incluso con mal tiempo, todo gracias a su contenido de magnesio, glucosa y fructosa. Sólo uno al día es suficiente para luchar contra la tristeza del invierno, un caso raro en el que la felicidad se puede comprar y comer.

En Rusia, el caqui se cultiva principalmente en la costa del mar Negro. Pero incluso el sur del país sufre de heladas leves, por lo que los botánicos han desarrollado a lo largo del tiempo varios tipos que son inmunes al frío. La fruta de estas variedades es aún más dulce y suave, y el “oro naranja“ cultivado en el Cáucaso se vende en todo el país.

El caqui es particularmente popular durante la estación más fría, porque es rico en vitaminas A, C y R. En lugar de enumerar todos sus beneficios para la salud, es mucho más rápido decir quién debe tener cuidado al comerlo: las personas con diabetes o problemas digestivos. Todos los demás pueden disfrutar sin mesura de nuestras recetas de caqui.

1. Caqui al horno con nueces y miel

Corta la parte superior del caqui, saca la pulpa con una cuchara y pícala finamente. Mezcla con dos cucharaditas de miel, añade una pizca de canela y nueces picadas (u otras nueces). Rellena el caqui con la mezcla, cubre con la parte superior cortada y tenlo en el horno (precalentado a 180°C) durante 10-15 minutos. Retira la parte superior antes de servir.

2. ‘Zapekanka’ (pudín) de caqui 

Lava dos caquis, quita las cáscaras y las pepitas y córtalos en cubos. Cubre con agua y lleva a ebullición. Añade 100 g de sémola al agua hirviendo y remueve continuamente durante dos minutos. Retira la pasta y deja enfriar.

Mezcla 2 huevos, 100 g de azúcar y 8 g de azúcar de vainilla. Agrega todo a la mezcla de caqui, revuelve bien. Añade 600 g de requesón y mezcla.

El pudín se hornea mejor en un molde para tortas de forma primaveral, prelubricado con mantequilla y espolvoreado con pan rallado. Pon en este la masa preparada, alísala y cúbrela con smetana (crema agria).

Cocina el pudín en el horno (precalentado a 180°C) durante 40 minutos, luego deja enfriar. El pudín de caqui tiene un sabor único a piña, nectarina y mango a la vez.

3. Panqueques de caqui

Fríe los panqueques hechos a base de una mezcla de harina, huevos, leche, azúcar y sal. Toma 100 g de requesón blando y mezcla con una cucharada de smetana y 2 cucharadas de azúcar. Los panqueques se pueden servir en forma de rollos, en cuyo caso se debe extender una fina capa de masa de cuajada sobre el panqueque enfriado, coronado con caqui finamente cortado en dados, y enrollado en forma de tubo. Corta cada panqueque en 3-4 pedazos y colócalos cuidadosamente en un plato. La tortita también puede doblarse como un sobre y freírse de nuevo en la sartén. De cualquier manera, se sugiere añadirle smetana, mermelada no demasiado dulce o rebanadas de manzana.

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