Ksenia Pénkina vive en Vancouver (Canadá) y crea tartas y pasteles “cósmicos” recubiertos de esmalte “espejo”, que parecen reflejar todo el universo, ¡e incluso te puedes sacar un selfie con ellas! Publica sus obras maestras de confitería en su Instagram.
Nació en la ciudad de Cheliábinsk en los Urales, y después de su graduación estudió y trabajó en Suiza, el Reino Unido, Estados Unidos y Canadá. Se enamoró a primera vista de Vancouver, según sus propias palabras. Quedó cautivada por la impresionante naturaleza, los rascacielos de la ciudad, la gente amable y comprensiva.
El amor por los postres apareció de repente: Alexandra, la hermana de Ksenia, había siempre creado pasteles realmente alucinantes, a los que era imposible quitar los ojos de encima. “Nunca olvidaré cuánto tiempo y conocimientos me ha dado y siempre le estaré agradecida por ello”, dice Ksenia a Russia Beyond.“Desde entonces, el mundo de la confitería se ha convertido en un arte: el arte de las texturas, los sabores y el diseño”. Luego decidió continuar su formación en la Escuela Francesa de Pastelería de Chicago, y también estudió a artesanos de renombre mundial: Vera Nikándrova, Amaury Guichon, Frank Haasnoot, Karim Bourgi y Jordi Bordas.
La creación de un pastel multicapa de este tipo lleva al menos tres días, ya que cada capa requiere una “estabilización” a largo plazo. Lo más difícil en este tipo de trabajo es esperar al producto final, dice la pastelera.
“En cuanto a la decoración: esmaltes y efectos diversos, el resultado no es previsible en absoluto, así que cuando consigues crear una obra maestra, siempre supone el sentir una felicidad largamente esperada”, dice Ksenia.
“Básicamente, mis postres combinan varios colores de esmalte y una decoración mínima”, admite Ksenia. “Pienso más en combinaciones de colores y efectos que en las decoraciones, que a menudo resultan excesivas”.
Además de las tartas “cósmicas”, espejo Ksenia crea pasteles en forma de gema. Todos sus postres están hechos con ingredientes naturales y son realmente sabrosos, pero ¿quién tiene el valor de cortar tales bellezas con un cuchillo?
“Es muy importante sentir el equilibrio del gusto”, dice Ksenia. “Los postres con muchas capas son menos populares ahora, como cuando comes un pedazo de pastel, y hay siete sabores diferentes. Todo es hermoso, pero no queda claro lo que comes ¿Frambuesas? ¿Mango? ¿O un melocotón? ¿Fresa? ¿O coco? Personalmente, prefiero los monosabores. Cuando se prueba una porción y se siente una capa de grosellas negras y moras, una mousse de queso crema y una delicada galleta con trozos de las mismas bayas. Esto es algo comprensible, delicioso y suave”.
Además de crear pasteles, Ksenia imparte clases magistrales por todo el mundo. ¡Las fechas de sus clases están ya fijadas para todo el año que viene! Y para aquellos que no pueden asistir a clase de manera presencial, es posible aprender a distancia: más de 3.000 estudiantes ya han estudiado en su sitio web.
“Estoy muy contenta de tener la oportunidad de compartir mis conocimientos con la gente, de darles la oportunidad de descubrir sus propias oportunidades”, dice la confitera. “Por supuesto, me mantengo en contacto con muchos estudiantes, soy feliz de mantener correspondencia con ellos y responder a sus preguntas”. Ksenia nos contó que además de las clases magistrales, planea otros proyectos importantes y promete anunciar todas las noticias en su cuenta de Instagram.
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