Vista aérea del Parque Nacional de Taganái, en la región de Cheliábinsk.
Legion MediaÓblast de Cheliábinsk es la ciudadela de la metalurgia ferrosa y la ingeniería mecánica, y los lugareños que trabajan en las megafábricas y plantas industriales de los Urales están considerados los más duros de Rusia. Cuando en 2013 cayó un meteorito cerca de Cheliábinsk, el mundo entero se conmocionó, y los lugareños filmaban en silencio lo que ocurría de camino al trabajo. Por cierto, el meteorito se partió en miles de pedazos, y el mayor de ellos puede verse ahora en un museo de los Urales del Sur: llega a pesar 500 kg.
La región de Cheliábinsk tiene su propio París, Berlín y Varsovia. A mediados del siglo XIX, los cosacos se asentaron aquí y dieron a los pueblos el nombre de los campos de batalla de la invasión napoleónica de Rusia en los que participaron.
En la década de 1980, se descubrió en el sur de la región de Cheliábinsk un antiguo asentamiento llamado Arkaim, ¡con 4.000 años de antigüedad! Se trata de una fortaleza con viviendas, talleres de alfarería, calles e incluso necrópolis en su interior. Hoy, Arkaim se ha convertido en una ciudad-museo.