El octavo caza de quinta generación T-50 en serie (llamado “Futuro sistema de aviación de primera línea”, PAK FA) desarrollado por United Aircraft Corporation (OAK por sus siglas en ruso) ha despegado en Komsomolsk del Amur (a unos 9.000 km al este de Moscú, Extremo Oriente, nota de redacción). El consorcio ha llegado a la última etapa del trabajo de construcción y pruebas antes enviar la primera escuadrilla (12 aviones) a las fuerzas armadas del país.
Según el observador militar de Izvestia, Dmitri Litovkin, durante los primeros años tras su entrada en las tropas, los T-50 se irán adaptando poco a poco a las características generales de los cazas de quinta generación.
“Por ahora no existen los motores de quinta generación del Tipo 30. El T-50 está equipado con los mismos motores con los que vuela actualmente el Su-35S, de generación 4++. Por ahora estos motores no garantizan una correlación peso/propulsión/consumo de combustible propia de un caza de quinta generación, a pesar de su capacidad para alcanzar una velocidad de crucero supersónica”, señala el experto.
Según Litovkin, para poder agilizar el proceso de construcción e investigación científica en este ámbito es necesario contar con el apoyo de los socios estratégicos de Rusia en la cooperación técnica militar: India, Argelia y Vietnam. “Estos países promueven una política independiente en materia de técnica militar y cuentan con los medios económicos para adquirir tipos de armamento avanzados. La investigación y el desarrollo conjuntos agilizarán la creación del caza estándar de quinta generación”, añade Dmitri Litovkin.
El experto señala que el nuevo contrato para la venta de aviones de quinta generación se negociará con el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa a finales de 2016, cuando el departamento militar defina la cantidad necesaria para satisfacer las necesidades de las Fuerzas Aeroespaciales.
Este nuevo caza ruso está pensado como el principal competidor del F-22 Raptor. No obstante, el caza estadounidense lleva ya más de cinco años en las fuerzas aéreas de EE UU y cuenta con una gran experiencia militar adquirida en Irak.
Los fabricantes de armamento rusos no han desvelado el coste de la investigación y la producción de los T-50, aunque se sabe que es muy inferior al de su único análogo en el mundo. Washington invirtió en la creación del F-22 Raptor más de 74.000 millones de dólares para obtener un producto que cuesta 146 millones de dólares. De acuerdo con el contrato firmado con el complejo industrial militar de EE UU, el Pentágono adquirió 187 cazas, tras lo cual el programa F-22 Raptor se cerró.
“El T-50 comienza a producirse en serie bastante más tarde que su análogo estadounidense. Esto permitirá que todas las ventajas y los inconvenientes de la aeronave existente se tengan en cuenta a la hora de crear el nuevo caza. Una situación similar se dio en el caso del caza multipropósito de cuarta generación Su-27: el prototipo del avión ruso salió mucho después que el F-16 estadounidense y había corregido los fallos de su análogo. Gracias a ello, el avión ruso logró a superar al estadounidense en sus características de combate”, comenta a RBTH el profesor de la Academia de Ciencias Militares Vadim Koziulin.
Según el experto, el T-50 es capaz de lanzar toda la gama de misiles de alta precisión existentes del tipo aire-aire, así como todas las bombas guiadas.
“En el ámbito de la tecnología furtiva, para el PAK FA se están desarrollando misiles especiales con perfil cuadrado, lo cual permitirá cargar una mayor cantidad de ojivas para el cumplimiento de sus misiones militares”, añadía el experto.
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