Roubini comenzó su conferencia en San Petersburgo con un chiste: “Dicen que cuando Gorbachov visitó EE UU y le preguntaron que describiera el estado de la economía soviética respondió con una palabra: 'Bien'. Los líderes occidentales le dijeron que elaborase algo más su respuesta y respondió 'No está bien”. Según dijo, la economía mundial se encuentra actualmente en un estado similar. “La buena noticia es que la crisis del 2008, que provocó una recesión, se ha dejado atrás y le ha seguido un ciclo de crecimiento. La ralentización china no ha provocado un colapso y ha sido posible evitar una segunda recesión.
“El Brexit es más un shock regional que global. No se puede comparar a la caída de Lehman Brothers, que en 2008 provocó un colapso a nivel global”, dijo Roubini. Subrayó además que la reacción de los mercados al resultado del referéndum británico fue moderada, aunque sí es cierto que ha aumentado la volatilidad de los mercados globales. En cualquier caso, las consecuencias pueden ser más duras, y es que el Brexit puede tener un efecto dominó.
“La intención del Reino Unido de abandonar la UE puede provocar la desintegración de la UE”, cree Roubini. “Supongamos que el Reino Unido abandona la UE y entonces Escocia e Irlanda del Norte quieren separarse. Si se da este escenario, entonces Cataluña también querrá separarse de España. Suecia y Dinamarca podrían decir que una Europa sin el Reino Unido es como la Eurozona, de la que no quieren formar parte, así que también se irían”.
Además, los países de la UE están hartos de las políticas de austeridad. Según Roubini, la más afectada por el Brexit será la propia economía británica, que sufrirá una ralentización económica y una caída de la inversión.
“A pesar de los problemas estructurales por los que atraviesa Rusia, el sistema económico actual es mucho menos vulnerable y más estable de lo que era hace unos años. En los últimos dos años, la economía rusa se ha visto afectada no solo por las sanciones occidentales y la caída de los precios del petróleo sino también por la ralentuzación de China”, explicó Roubini. Según él, la economía rusa puede llegar a tasas de crecimiento del 1-2% en el futuro próximo.
“Al contrario que Arabia Saudí, que considera que la caída de los precios del petróleo es temporal y no ha cambiado nada, Rusia ha reaccionado bien”, explica Roubini. En particular, la autoridades rusas cambiaron la política de créditos y se centran en contener la inflación en vez del crecimiento. Los riesgos principales para Rusia son la caída de los ingresos y la inestabilidad social.
Al mismo tiempo, se mantienen los riesgos para los países en desarrollo. “Actualmente la globalización beneficia a los países que tienen especialistas altamente cualificados y que son capaces de producir bienes técnicamente complejos. Los países con una fuerza de trabajo poco cualificada están perdiendo fuerza en la carrera de la globalización”, declaraba el economista.
Al mismo tiempo, el envejecimiento de la población en los países desarrollados reduce la inversión y el consumo y ralentiza a la economía mundial. La población es cada vez más mayor y no solo en EE UU y Japón sino también en China y Rusia, señalaba. Aunque concluyó que estos riesgos globales no llevarán al mundo a una nueva crisis.
Las consecuencias del Brexit para la economía rusa
En varios medios occidentales se repite que Putin sale ganando con el Brexit. Sin embargo, la UE es el principal socio comercial de Moscú y la creciente inestabilidad no favorece a la economía rusa. RBTH analiza cuatro posibles escenarios tras el Brexit.
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