10. Recorrer el centro de la ciudad en coche
El carsharing está muy desarrollado en Moscú, pero sigue siendo mejor moverse por el centro de la ciudad en transporte público. Si no se conoce la ciudad, habrá problemas para encontrar aparcamientos o plazas y muchos son de pago. Además, en el centro hay muchas calles y carriles con tráfico unidireccional, límites de velocidad bajos y zonas exclusivas para autobuses.
Sin embargo, para el transporte público, sólo necesitas una tarjeta Troika (una tarjeta de transporte en la que puedes poner dinero y recargarla) y puedes subirte a cualquier transporte público: metro, autobús, tranvía y MCC (aquí te explicamos cómo usarla).
9. Tomar un taxi en la calle
Esto ya no lo hace nadie en Moscú. Tienes que pedir un taxi a través de aplicaciones para smartphone, también puedes llamarlo por teléfono a una hora determinada si hablas ruso o puedes pedir un coche en tu hotel.
Por supuesto, sigue habiendo taxis fuera de las estaciones de tren y aeropuertos que ofrecen sus servicios, sin embargo, con una app, puedes ver la ruta y el precio del viaje.
8. Hacer fotos en el Mausoleo
Puedes hacer fotos en la Plaza Roja, pero, si quieres entrar en el Mausoleo de Lenin, está prohibido sacar allí la cámara o el smartphone. Los guardias vigilan todos tus movimientos. Y si sigues pensando que puedes salirte con la tuya, la próxima vez seguro que te lo piensas dos veces.
7. Hacer una barbacoa en el parque
Los rusos son muy aficionados a las barbacoas y tradicionalmente es uno de los tipos de ocio más populares en la estación cálida. Pero, en Moscú, sólo hay unos pocos parques oficiales y lugares en las afueras de la ciudad donde se permite encender una barbacoa. En la mayoría del resto de la ciudad, está prohibido hacerlo. Las multas empiezan en 5.000 rublos (unos 55 dólares).
6. Ir en bicicleta por el parque Tsarítsino
En Moscú, se puede alquilar una bicicleta en cualquier parque con toda confianza, pero hay una excepción para el Museo-Reserva de Tsarítsino. Sólo se puede pedalear alrededor del estanque inferior de Tsarítsino (el recorrido es de 4,5 km), sin embargo la parte histórica (donde se encuentra el palacio) sólo se puede visitar a pie.
5. "Reduce la velocidad" en el metro de Moscú
Debido a las largas distancias que hay en Moscú, los habitantes de la ciudad tienen prisa constantemente para seguir con su rutina diaria. Parece que todos corren hacia alguna parte y, para mantenerse en el flujo de gente, el turista también tiene que aumentar su velocidad. En las escaleras mecánicas, hay que situarse en el lado derecho, porque el izquierdo, por regla general, es para bajar o subir corriendo.
Para mantenerse en el flujo, puede construir una ruta de antemano en el sitio web del metro o utilizando el tablero digital interactivo en cada tren.
4. Caminar sin mapa online
En contra de los estereotipos, en Moscú vive la misma gente amable y servicial que en el resto de regiones de Rusia, y mucha gente sabe inglés. Pero, si necesitas una dirección exacta, una aplicación de mapas es imprescindible. En primer lugar, ni siquiera los moscovitas locales conocen los nombres de todos los hoteles, museos y calles. En segundo lugar, en Moscú todo está en constante reparación y construcción, por lo que es mejor no preguntar a los transeúntes cómo llegar, sino consultar el navegador.
Si no tienes esa oportunidad, siempre puedes dirigirte a un centro de información turística (los hay en el Parque Zariadie, en los aeropuertos, en la Estación Fluvial del Norte y en muchos otros lugares).
3. Planificar una visita espontánea al Teatro Bolshói
Si quieres ver y vivir el escenario histórico del Teatro Bolshói, especialmente espectáculos populares como "El Cascanueces" y "El Lago de los Cisnes", tienes que comprar las entradas en cuanto salgan a la venta, es decir, unas semanas antes de la fecha deseada. Sólo podrás comprarlas en la página web del teatro o en taquilla.
2. Olvidar el pasaporte en el hotel/lugar de estancia
Moscú es una ciudad segura, pero es posible que necesites tu pasaporte (como documento de identidad) al comprar alcohol y cigarrillos en una tienda, sobre todo si pareces joven (¿y no lo parecemos todos?). Además, a veces la policía puede pedirte la documentación por la calle. Y, por supuesto, al comprar entradas para el Teatro Bolshói.
1. Dedicar muy poco tiempo a la capital de Rusia
Hay tanto que ver en Moscú que difícilmente podrás ver todos los lugares de interés en sólo una semana. Y si lo intentas, al final te darás cuenta de que tendrás que volver.
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