5 experiencias imprescindibles en Moscú

Viajes
ALEXANDRA GÚZEVA
Aparte de visitasr los lugares más turísticos, te recomendamos emprender un viaje en el tiempo paseando por un precioso parque de la época soviética. Estas son las mejores formas de explorar la mejor ciudad del mundo.

0. Por defecto: Visitar la Plaza Roja

Esta es una atracción que no necesita promoción. Debería ser lo primero que hagas en Moscú. En la antigua lengua rusa, la palabra “rojo” significaba “hermoso” y efectivamente es la plaza más hermosa de la ciudad.

Este lugar no es sólo para hacerse selfies con las murallas y torres del Kremlin o las preciosas cúpulas de cebolla de la Catedral de San Basilio. También puedes visitar el Mausoleo de Lenin y contemplar el cuerpo cuidadosamente conservado del revolucionario soviético. Además, puedes explorar la historia de Rusia en el Museo Estatal de Historia. Y, por supuesto, tienes que ir de compras a los grandes almacenes GUM o simplemente echar un vistazo a su interior para comprobar su belleza. No olvides de fijarte en su increíble techo y el tejado.

Lee más sobre las cosas que hacer en la Plaza Roja aquí.

1. Ver ballet en el Teatro Bolshói

Visitar Moscú y no organizar una noche de ballet sería un crimen. Tendrás suerte si las fechas de tu viaje coinciden con las representaciones del emblemático Lago de los cisnes, mientras que, en invierno, deberías elegir El cascanueces, con un increíble ambiente navideño. Sin embargo, cualquier otro ballet u ópera también servirá. Como mínimo, puedes ir a tomar champán en los fastuosos interiores del Bolshói. No te olvides de ponerte guapo y elegante. 

PD. Es mejor reservar las entradas para el Bolshói con un par de meses de antelación.

Pero si no consigues entradas para el Bolshói o se salen de tu presupuesto, prueba visitar el Teatro Musical de Stanislavski y Nemiróvich-Dánchenko y disfruta de una representación de ballet u ópera que nada tiene que envidiar a las del Bolshói. Además, en las óperas ponen subtítulos en inglés en una pantalla que se encuentra encima del escenario.

2. Bajar al metro de Moscú

El metro de la ciudad es, en realidad, un gigantesco museo subterráneo. Merece la pena bajar, aunque prefieras caminar o ir en taxi. No dejes de contemplar los magníficos mosaicos de las estaciones de Komsomólskaia, Kíevskaia, Maiakóvskaia y Novokuznétskaia, frota la nariz de bronce del perro o el gallo para que te dé buena suerte en la estación de Plóshchad Revoliutsii (Plaza de la Revolución), haz un breve recorrido por las antiguas ciudades rusas en los murales de la estación de Tsvetnói bulvar y disfruta de las lámparas de araña y los bajorrelieves de mármol de la estación de Park Kulturi.

Si vas a realizar uno o dos viajes, puedes comprar un billete lamado “uno-dos”. Pero si vas a usar el metro más a menudo, merece la pena comprar la tarjeta Troika y recargarla cuando sea necesario. Te servirá también como recuerdo cuando te marches (y podrás utilizarla la próxima vez que vengas a Moscú).

Consulta aquí nuestra guía de las estaciones más bonitas del metro de Moscú.

3. Disfruta del arte en la Galería Tretiakov

Moscú es una ciudad llena de historia, arte y cultura. Y en la Galería Tretiakov se encuentra una de las mayores colecciones de las bellas artes nacionales. Comenzó siendo una colección privada de un empresario moscovita del siglo XIX llamado Pável Tretiakov, que más tarde donó gratuitamente toda la galería a la ciudad.

Podrás descubrir grandes cuadros como Iván el Terrible y su hijo Iván el 16 de noviembre de 1581 de Ilyá Repin, Boyárina Morózova de Vasili Súrikov, Bogatyrí de Víktor Vasnetsov y muchos más, así como retratos de los personajes más famosos de Rusia.

Si dispones de poco tiempo, aquí tienes una guía de las principales obras maestras que debes conocer. Y si te gusta más el arte de vanguardia o el arte soviético del siglo XX (y quieres ver el legendario Cuadrado negro de Kazimir Malévich), entonces es mejor que visites la Nueva Galería Tretiakov en Krimski Val, que no está lejos de la “vieja”.

4. Viaja en el tiempo a la URSS en el VDNJ

Después de explorar el centro de la ciudad, haz una pequeña excursión hasta la estación de metro de VDNJ, donde se encuentra el emocionante parque de la época soviética. VDNJ es el acrónimo en ruso de “Exposición de Logros de la Economía Nacional”. Solía ser el lugar donde se reunía y se exponía lo mejor de lo mejor de todas las repúblicas soviéticas.

Ahora, es una zona de recreo y un parque de atracciones con montones de cafés, restaurantes y locales de comida callejera. Puedes alquilar una bicicleta, una patinete eléctrico o explorar su enorme territorio a pie. Enseguida te fijarás en la magnífica arquitectura de estilo imperio estalinista y las increíbles fuentes que te rodean. Después, podrás visitar varios pequeños museos dedicados al espacio, la historia, los juguetes soviéticos y las películas de animación, e incluso un Garaje para Fines Especiales. Y te garantizamos que los niños se lo pasarán a lo grande en el Moskvarium.

Aquí tienes una guía más detallada del VDNJ.

5. Comer de lujo

Después de recibir tanto “alimento espiritual”, es hora de darte un capricho gastronómico. Moscú es famosa por sus numerosos restaurantes de todas las cocinas, gustos y presupuestos. Incluso hay una cadena local de comida rápida “a la rusa” llamada Teremok, donde se puede disfrutar de bliní (“tortitas”), pelmeni (“raviolis rusos”) y bebidas tradicionales baratas, como mors o sbiten.

Sin embargo, Moscú es una megalópolis tan elegante y con tantas posibilidades que no podemos dejar de recomendarte que cenes en uno de los restaurantes que la guía Michelin recomendó en 2021, cuando la clasificación internacional llegó oficialmente a Rusia. Twins Garden, White Rabbit del galardonado chef Vladímir Mujin, ARTEST - Chef's Table de Arkadi Nóvikov y muchos más: consulta nuestra guía detallada sobre los lugares más modernos y sabrosos si no estás preocupado por el presupuesto.

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