Sin embargo, hace varios siglos, había rutas comerciales bastante transitadas que atravesaban los territorios del Extremo Norte. Desde Mangazeya (una antigua y semilegendaria ciudad siberiana), los pomor rusos, así como los ingleses y holandeses, exportaban valiosas pieles y otros productos siberianos a Europa a través de Arcángel.
Su ruta pasaba por Salejard, uno de los primeros asentamientos rusos en el norte de Siberia. Se fundó a finales del siglo XVI y, hasta 1933, se llamó Obdorsk, es decir, “fortaleza a orillas del río Obi”. El centro del asentamiento era la Ostrog de Obdorsk, fundada por cosacos. Allí recaudaban impuestos de los nómadas y comerciantes de paso y vigilaban las rutas comerciales.
Mercaderes de todo el norte de Rusia y Siberia acudían a Obdorsk para asistir a grandes ferias. Con el tiempo, el número de habitantes aumentó y, a principios del siglo XIX, se derribaron las ruinosas fortificaciones de madera.
Antes, en todas las ciudades siberianas había fortalezas de este tipo, pero casi ninguna ha sobrevivido. Hoy en día, el único ejemplo de fortaleza antigua (la restaurada Obdorsky Ostrog) se encuentra en Salejard.
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