Divnogorsk: cómo es un monasterio en acantilados (Fotos)

Este lugar de impresionante belleza es una auténtica tarjeta de visita de la región de Vorónezh.

La localidad se encuentra escondida entre campos y pequeñas montañas a 650 km al sur de Moscú y 150 km al sur de Vorónezh. Los turistas suelen venir aquí en verano, cuando se desvían de la autopista hacia el mar.

Al verla, cualquier viajero entiende por qué se llama Divnogorsk, literalmente "montañas maravillosas". Los lugareños las llaman simplemente Divi.

Divnogorsk es famosa por sus colinas de tiza blanca como la nieve y sus afloramientos rocosos que aparecen de repente en medio del verde paisaje de Rusia Central. Se levantan a orillas del río Tíjaia Sosna, no lejos de su confluencia con el Don. Se trata, pues, de un relieve montañoso y un pintoresco valle fluvial.

Una de las primeras menciones escritas de este lugar se remonta a finales del siglo XIV - un monje de la escolta del metropolita Pimen escribió que vio pilares de piedra blanca, que "maravillosamente" y "rojos" (es decir, asombrosos y hermosos) se alzan en la orilla del río Tíjaia Sosna.

El monasterio está situado en medio de estas bellezas naturales. Según una leyenda local, ya en el siglo XII los jerarcas peregrinos Jenofonte y Joasaf, procedentes de Sicilia, buscaron refugio en tierras rusas y llegaron hasta aquí, trayendo consigo el maravilloso icono de Nuestra Señora de Sicilia. Se dice que fueron ellos quienes construyeron el primer templo rupestre en el interior del acantilado.

Sin embargo, lo cierto es que el monasterio se fundó aquí en 1653. Más de una vez fue asaltado por los tártaros de Crimea, al encontrarse directamente en el camino de Rusia al Janato de Crimea. Por esta razón, el monasterio fue incluso rodeado por un muro de madera, que no se ha conservado hasta ahora.

Al mismo tiempo, en el siglo XVII, en el acantilado de tiza se excavó la primera iglesia rupestre en honor de San Juan Bautista.

La iglesia de San Juan Bautista

Desde Pedro I, muchos de los que viajaban al sur, a Azov, pasaban aquí una noche. Y todos los viajeros quedaban impresionados por estas blancas rocas piramidales.

El propio Pedro visitó el monasterio en 1699, e incluso comió pescado, que los monjes consiguieron en el río cercano. Bajo Catalina la Grande, el monasterio perdió sus tierras y sus medios de subsistencia y cerró.

Iglesia del icono siciliano de la Madre de Dios

No se reabrió hasta el siglo XIX. Se convirtió en un floreciente centro espiritual del sur ruso. Cuenta la leyenda que durante el cólera, el milagroso icono siciliano de la Madre de Dios fue encontrado no lejos del monasterio (al parecer, así surgió la leyenda de los monjes sicilianos). En su honor se consagró el altar de la segunda iglesia rupestre.

Los propios monjes excavaron en la roca calcárea no sólo la iglesia, sino gran parte del complejo ecleisiástico: salas, pasadizos, escaleras, celdas, incluso el primer piso con un refectorio.

Sin embargo, en el monasterio de Divnogorsk hay una iglesia "normal" en honor de la Dormición de la Madre de Dios.

La catedral de la Asunción en el monasterio de Divnogorsk

Durante la época soviética los templos rupestres fueron abandonados, y sólo en la década de 1990 fueron restaurados. Hoy en día, en verano, se celebran en ellos oficios religiosos.

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