Estas casas de pueblos rusos parecen sacadas de un cuento de hadas (Fotos)

Viajes
ANNA SORÓKINA
Algunos habitantes de Rusia siguen viviendo en las tradicionales casas de madera llamadas ‘izbas’. Pero no todas las ‘izbas’ son iguales, y los propietarios de éstas han convertido sus casas en auténticas mansiones.

La casa del herrero Kirilov, región de Sverdlovsk

El pequeño pueblo de Kunara se ha hecho famoso en todo el país gracias a una curiosa casa perteneciente a la familia de un herrero local llamado Serguéi Kirilov. Kirilov trabajó en la apariencia de la casa desde 1954 hasta el final de su vida. La casa está adornada con nalichniki (marcos de ventanas tallados), así como con coloridos adornos florales y símbolos soviéticos, como jóvenes pioneros y pancartas rojas con el lema “Paz en el mundo”, con un perfil de Vladímir Lenin en el centro de la fachada.

El propietario falleció en 2001, pero su viuda, Lidia, siguió viviendo en la casa y recibiendo a los huéspedes. En 2018, a petición de los periodistas locales, las autoridades reconocieron la Casa de Kirilov como patrimonio cultural regional.

La casa del ebanista Kaloshin, en la región de Nizhni Nóvgorod

El pueblo de Purej, en la región de Nizhni Nóvgorod, es conocido por sus casas con ventanas y fachadas talladas. Muchos habitantes de Purej solían trabajar en la fábrica local de muebles y son expertos en el trabajo de la madera. Los edificios más interesantes se encuentran en la calle Lugovaya.

Esta casa de color verde con figuras de ciervos pertenece a la familia de un ebanista llamado Nikolái Kaloshin. Trabajó en su decoración desde principios de los años 70 hasta su muerte hace unos años. Gracias a viajeros y blogueros, la casa se ha hecho muy conocida en todo el país.

Casa del ebanista Shestéperov, región de Nizhni Nóvgorod

Cerca de la Casa de Kaloshin se encuentra otro auténtico terem (una casa de madera lujosamente decorada) en la que vive Konstantín Shestéperov, otro ebanista, junto a su familia. Ya tiene casi 90 años. La fachada azul de la casa está decorada con pájaros de cuento y monstruos marinos. Shestéperov dice que tardó tres meses de invierno en terminar de decorar su casa.

La casa del dragón, región de Yaroslavl

Esta casa del pueblo de Durasovo pertenece al carpintero Nikolái Krilov desde la década de 1980. Soñaba con convertirse en artista, y así es como ha hecho realidad este sueño. Reconstruyó prácticamente todo en la casa con sus propias manos. Primero instaló una veranda giratoria en el tejado, para que los huéspedes pudieran disfrutar de las vistas de los alrededores. Luego, en 2011, apareció en la casa la figura del dragón serpiente de cuento eslava Zmei Gorinich, con sus escamas de hierro. “Antes de eso, había pasado otros dos años tallando las cabezas. En cuanto al cuerpo, no tuve que tallarlo en absoluto. Encontré las piezas de madera adecuadas, que encajaban como un kit de construcción”, explicó Krilov. Por la noche, los ojos del dragón brillan con luces rojas.

Casas de los antiguos creyentes, Buriatia

En Buriatia hay un pueblo llamado Tarbagatai donde viven descendientes de los Viejos Creyentes. Está incluido en la Asociación de los Pueblos más Bonitos de Rusia. Aquí sentirás un increíble contraste con otros pueblos buriatos, donde la población es principalmente budista.

Los viejos creyentes se instalaron en Tarbagatay en el siglo XVIII, y ahora el pueblo tiene incluso un museo etnográfico dedicado a su historia. Pero, en realidad, es mucho más divertido limitarse a contemplar las casas de madera del lugar: Incluso las modernas están pintadas de azul, verde y amarillo, y adornadas con contraventanas con adornos florales. Los lugareños mayores pertenecientes a familias de Viejos Creyentes todavía llevan trajes y adornos antiguos en su vida cotidiana.

Casa con ventanas talladas, región de Moscú

Iván Jafizov, fundador de la web Nalichniki.com, viaja por toda Rusia en busca de nalichniki (bordes de ventanas) originales. Encontró esta casa cerca de la ciudad de Shatura, en la región de Moscú. La casa se construyó en la década de los 30, pero su propietario, Viktor, no empezó a decorarla hasta la década de 1990. “Me gusta ver los nalichniki”. dice Viktor. “Dan a la casa un cierto ‘atuendo’, por así decirlo, haciéndola parecer una novia. Le dan un aspecto muy bonito”.

Además de hacer la fachada tallada con sus propias manos, también construyó él mismo todo el mobiliario de madera del interior, incluida la mesa, las sillas y los sillones. Todo está hecho de roble. ¡Incluso el samovar!

La casa de los cuentos, región de Sverdlovsk

El asentamiento de Visim es el lugar de nacimiento del escritor ruso Dmitri Mamin-Sibiriak, pero los turistas curiosos también se sienten atraídos por una casa de madera que está repleta de personajes de cuento. La casa pertenece a Vitali Cherepanov. Trabajaba como obrero metalúrgico en Nizhny Tagil, pero después de jubilarse, él y su mujer compraron esta casa en el tranquilo pueblo de Visim y se dedicó a tallar madera.

Utilizando tocones de árboles nudosos, empezó a esculpir personajes de cuentos de hadas rusos y dibujos animados soviéticos. Aquí encontrarás a Uchoni, el gato erudito, el cartero Pechkin y el zorro de la fábula de Iván Krilov que espera que un cuervo deje caer un trozo de queso. Por si fuera poco, Cherepanov incluso construyó un carruaje de madera para su mujer.

La casa calada, región de Ivánovo

La casa calada apareció en el pueblo de Soimitsi en la década de 1960. Creada por Konstantín Murátov, se convirtió en uno de los edificios más conocidos de la región durante el periodo soviético y fue fotografiada por periodistas de los principales periódicos y revistas. Murátov trabajaba como ganadero en la granja colectiva local, pero pasaba las tardes tallando en su taller. La fachada tallada de su casa recuerda a los dibujos hechos por la escarcha en las ventanas, y hay imágenes de pájaros y peces de los cuentos rusos. Después de decorar su casa, sus vecinos empezaron a pedirle que les ayudara a decorar otras casas del pueblo, y al final Murátov acabó tallando docenas de marcos de ventanas. Murió en 2011, pero su viuda Alevtina sigue viviendo en la casa.

Casa de un agricultor colectivo, región de Ivánovo

Esta casa en el pequeño asentamiento de Palej pertenecía a una familia de agricultores colectivos. Palej es conocida como la cuna de la pintura de miniaturas de laca, y trabajar como artista sigue siendo la profesión más popular aquí, ya que uno de cada ocho residentes locales se gana la vida como pintor de miniaturas de laca. Aquí se pueden ver casas hábilmente decoradas, tanto antiguas como nuevas. La casa con la fachada calada apareció en la década de 1980 y se considera una atracción turística local.

Casa de una artesana local, región de Tiumén

No cometas el error de pensar que todos los maestros artesanos de la madera en Rusia son hombres. Natalia Makarova es una artesana de la ciudad de Yalutorovsk. A mediados de la década de 1990, adornó su casa con cisnes de madera y ventanas talladas. Con sólo mirar un poco a su alrededor, empezarás a darte cuenta de que hay artesanos por todos los pueblos de Rusia.

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