El historiador y experto en arquitectura William Brumfield nos descubre la historia detrás de una iglesia reconstruida en las afueras de San Petersburgo.
En el verano de 1909, el químico y fotógrafo ruso Serguéi Prokudin-Gorski llevó a cabo una extensa expedición a lo largo del sistema de vías fluviales de Marinski, que unía San Petersburgo con la cuenca del río Volga. El primer componente importante del sistema era el Canal Marinski, que conectaba el río Vitegra, que desemboca en el lago Onega hacia San Petersburgo, y el río Kovzha, que desemboca al sur en el lago Blanco.
El punto de referencia más impresionante en este tramo de la vía fluvial (de hecho, uno de los más impresionantes del norte de Rusia) era la espectacular iglesia de madera de la Intercesión de la Virgen en Anjímovo, fotografiada por Prokudin-Gorski desde la alta orilla izquierda del río Vitegra. Construida en 1708 en el antiguo emplazamientos de un convento del siglo XVI, la Iglesia de la Intercesión fue trágicamente destruida en 1963 por un incendio involuntario aparentemente provocado por vagabundos. Sorprendentemente, esta compleja estructura con su multitud de cúpulas ha sido reconstruida en un lugar muy diferente cerca de San Petersburgo.
Testimonio de la fuerza rusa
En el período medieval (siglos XIV-XV) el pueblo de Anjímovo era el centro de una zona conocida como ViteGorski Pogost, parte de una red de grandes pueblos creados más allá del Lago Onega por colonos de Nóvgorod la Grande. Esta región del norte de Rusia adquirió especial importancia para la estrategia geopolítica de Pedro el Grande después de la fundación de San Petersburgo en 1703.
De hecho, las leyendas populares atribuyen la iglesia al Zar Pedro. Aunque no hay pruebas documentales que apoyen esta versión, es razonable suponer que esta grandiosa estructura, así como la similar y famosa Iglesia de la Transfiguración de Kizhi Pogost (1714), sirvieron para dejar clara la presencia rusa en el estratégico territorio alrededor del Lago Onega.
Hacia el final del reinado de Catalina la Grande, la Iglesia de la Intercesión fue desmontada, reparada mediante la sustitución de los troncos inferiores deteriorados y reconstruida sobre unos cimientos de piedra en 1793. Posteriormente, la enorme estructura de troncos fue completamente cubierta con un revestimiento de tablas pintadas de blanco, como se ve en las fotografías de Prokudin-Gorski.
Una maravilla arquitectónica
Construida con enormes troncos de pino, la forma elevada de la Iglesia de la Intercesión consistía en una estructura central octogonal con cuatro grandes extensiones en los puntos cardinales. Estas extensiones a su vez ascendían en dos etapas, con cada nivel soportando cúpulas sobre aguilones de “barril” (en ruso bochka).
Los cuatro lados ubicados entre las extensiones de la “brújula” se elevaron como fachadas majestuosas sin obstáculos. El centro de estas fachadas diagonales mostraba el contorno de los frontones de los cañones que coronan las extensiones de los flancos. Este sofisticado detalle decorativo y estructural fue brillantemente capturado en foto desde el sur hecha por Prokudin-Gorski.
La cima de la estructura mostraba una corona de ocho cúpulas, originalmente cubiertas con tejas de álamo. Cuando la iglesia fue reparada, las tejas de madera fueron reemplazadas por cuadrados de chapa entrelazados, visibles en las fotografías de Prokudin-Gorski.
En el nivel inferior del lado oeste, la iglesia estaba encajonada por una galería sostenida por troncos extendidos. Esta área, que contenía la entrada principal, servía como vestíbulo elevado, particularmente necesario durante los largos inviernos cargados de nieve.
En el lado este de la iglesia el ábside, que contenía el altar principal (dedicado a la Intercesión), soportaba cúpulas adicionales, así como capillas laterales dedicadas a San Juan el Divino y a San Jorge. Dependiendo del período, el número total de cúpulas existente se ha calculado en 24 o 25.
Al igual que en Kizhi, la iglesia de Anjímovo fue complementada con otras estructuras. La más importante de ellas era una iglesia de ladrillo calentado construida para el culto invernaly dedicada al Icono Milagroso del Salvador (1780). Situada justo al norte de la Iglesia de Intercesión de madera y apenas visible en la fotografía de Prokudin-Gorski, la Iglesia del Salvador tenía un gran campanario independiente. En la década de los años 30 del pasado siglo, el campanario fue demolido para reutilizar sus ladrillos, mientras que la Iglesia del Salvador fue saqueada y luego gravemente dañada por un incendio en 1963.
El último componente del conjunto de Anjímovo fue la Iglesia de Todos los Santos, construida en 1905 como cripta funeraria para el rico mercader Alexánder Lopariov, que había hecho generosas donaciones a la Iglesia de la Intercesión. La cúpula barroca de esta pequeña iglesia es visible en imágenes de Prokudin-Gorski y sigue presente en mis fotografías, a pesar del grave deterioro de su estructura.
Después del desastroso incendio de 1963, se pensó en reconstruir la Iglesia de la Intercesión basándose en las detalladas mediciones realizadas a finales de la década de 1950 por el destacado especialista en arquitectura de madera, Alexánder Opolóvnikov (1911-94). Sin embargo, conseguir los recursos necesarios para un proyecto tan grande era improbable, especialmente en un lugar tan remoto.
Una iglesia resucitada
Sin embargo, cuatro décadas después del incendio, la idea de una Iglesia de Intercesión reconstruida se materializó en el territorio del Parque Forestal Nevski, situado a lo largo del río Nevá al sudeste de San Petersburgo. Este museo al aire libre se concibió como un proyecto para recrear monumentos perdidos de la arquitectura de madera y recibió el nombre de Bogoslovka, en honor a una finca que había existido en la zona durante el siglo XIX.
La pieza central del proyecto era la Iglesia de la Intercesión, cuya resurrección fue apoyada por los más altos niveles estatales y eclesiásticos. Construida en 2004-07, el diseño de la iglesia reconstruida siguió las medidas registradas por Opolóvnikov y se llevaron a cabo esfuerzos por recrear su apariencia anterior al siglo XVIII, aunque algunos detalles siguen siendo dudosos. No hay ningún revestimiento de tablones sobre la estructura de troncos, y las cúpulas están cubiertas por tejas de álamo. Además, cuatro pequeñas cúpulas que faltaban en la fotografía de Prokudin-Gorski han sido restauradas en pequeños aguilones de barril justo debajo de la cúpula superior.
La elección y el tratamiento de la madera para una estructura tan grande adquirieron una importancia especial. Los troncos de pino, talados en el terreno rocoso de Carelia, fueron elegidos con un mínimo de 12 anillos por centímetro, lo que indica un crecimiento lento y sólido. Gran parte del trabajo preliminar de los troncos se realizó cerca de la capital carelia, Petrozavodsk.
Conectando el pasado y el presente
La Iglesia de la Intercesión fue consagrada para los servicios parroquiales en 2008 y se ha convertido en un hito para los cruceros que navegan por el río Nevá durante el verano. La iglesia se complementa con un soberbio campanario octogonal construido originalmente en la década de 1670 para el pueblo de Uftiuga y reconstruido a partir de mediciones realizadas en 1884 por Vladímir Suslov, un pionero en el estudio de la arquitectura rusa de madera. El territorio del parque que rodea la Iglesia de la Intercesión está cerrado por un muro de madera copiado de un original del siglo XVIII en Liadini Pogost, cerca de Kargopol.
Por último, cabe señalar que el conjunto de la Iglesia de la Intercesión en Anjímovo también aparece en el fondo de una fotografía de Prokudin-Gorski en el río Vitegra hecha a la barcaza petrolera de poco calado “Evgenia”, propiedad de la Compañía de los Hermanos Nobel, un importante productor de petróleo en Bakú, en el Mar Caspio. Así, la fotografía de Prokudin-Gorski logró una vez más combinar la cultura tradicional rusa con la modernización del Imperio Ruso.
A principios del siglo XX, el fotógrafo ruso Serguéi Prokudin-Gorski ideó un proceso complejo para realizar fotografías a color. Entre 1903 y 1916 viajó a través del Imperio Ruso y tomó más de 2.000 fotografías con este proceso, que implicaba realizar tres exposiciones en una placa de vidrio. En agosto de 1918, abandonó Rusia y finalmente se instaló en Francia con gran parte de su colección de negativos de vidrio. Tras su muerte en París en 1944, sus herederos vendieron la colección a la Biblioteca del Congreso. A principios del siglo XXI, la Biblioteca digitalizó la Colección Prokudin-Gorski y la puso gratuitamente a disposición del público mundial. Muchas web rusas tienen ahora versiones de la colección. En 1986 el historiador arquitectónico y fotógrafo William Brumfield organizó la primera exposición de fotografías de Prokudin-Gorski en la Biblioteca del Congreso. Durante un período de trabajo en Rusia, a partir de 1970, Brumfield ha fotografiado la mayoría de los sitios visitados por Prokudin-Gorski. Esta serie de artículos comparará las vistas de Prokudin-Gorski de los monumentos arquitectónicos con fotografías tomadas por Brumfield décadas más tarde.