En la región de Perm, situada en los Urales occidentales, hay un pueblo único con calles estrechas y anchas avenidas, una plaza y una puerta de entrada. Lo curioso es que no está construido por el hombre. Este complejo de piedras gigantes con hendiduras en las rocas se parece a un pueblo real pero es creación de la Madre Naturaleza.
Hay numerosas leyendas acerca del nacimiento del llamado “Ciudad de Piedra”. Según una de ellas, en la antigüedad aquí hubo un pueblo bonito y grande. Todos sus habitantes estaban encantados, excepto la hija del rey, que no lo podía ver porque era ciega. Un brujo malvado prometió al rey que iba a curar a la princesa. Pero en cuanto lo hizo, todo el pueblo y su gente quedaron convertidos en piedras. Finalmente la princesa pudo disfrutar de la belleza del pueblo de piedra.
La “Ciudad de Piedra” también es conocida por su antiguo nombre “Ciudad del Diablo”. Según otra leyenda, el diablo hizo una apuesta con un noble y le dijo que iba a ser capaz de construir un pueblo en una noche. Pero un gallo se puso a cacarear antes del amanecer. Asustado, el diablo se marchó, dejando el pueblo a medio construir. Durante años la gente local creyó que un lugar como ese solo podía ser obra de demonios y evitaban ir allí.
En realidad, fueron el río y el viento quienes crearon el pueblo. Hace miles de años pulieron estas “calles” y “avenidas”, perfectamente rectas. Las “casas” tienen una altura media de unos 8-12 metros. Algunas de ellas están tan cerca las unas de las otras, que es posible saltar entre ellas.
La “Ciudad de Piedra” tiene dos “distritos”: el Grande y el Pequeño, separados por 150 metros. Se tardan horas en caminar alrededor de ambos. El Pueblo de piedra es un auténtico laberinto y uno puede perderse allí fácilmente. Desafortunadamente, no hay mapas del pueblo.
Este lugar no está deshabitado. Aquí podemos encontrar a la “Gran tortuga”, a la “Pequeña tortuga”, a la “Rata” y a la “Foca”. Todos estos nombres se los han dado los locales a rocas que tienen formas de animales. Tras cruzar las puertas uno se encuentra con el guarda conocido como “Ídolo”.
Además de ser una atracción turística, en la “Ciudad de Piedra” hay varios eventos en verano: una competición anual de escalada y el festival de teatro de “Misterios de la montaña Krestovaia”.
Desde los “tejados” hay unas vistas increíbles de la taiga de los Urales. Los turistas comentan que los mejores momentos para visitar el Pueblo del diablo son el otoño y el invierno.
Paradójicamente, este pueblo que fue tallado por el agua, apenas la tiene a día de hoy. Las dos fuentes de agua, cercana a la “plaza” principal y alejada del centro, apenas pueden satisfacer las necesidades de los numerosos turistas que llegan y si se visita es necesario llevarla.
Para llegar al Pueblo de piedra hay que tomar un autobús desde Perm a Chusovói, y desde allí cambiar el transporte e ir a hasta Usvá, situado a 2 km de distancia.
Perm es la ciudad más cercana a este precioso lugar. Esta ciudad, en el límite entre Europa y Asia, cuenta en la actualidad con una vibrante vida cultural. Si quieres saber más sobre esta ciudad, haz click aquí.
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