El nombre de la anomalía magnética de Kursk (530 kilómetros al suroeste de Moscú) se debe al comportamiento anormal de las agujas imantadas. Las brújulas magnéticas confunden allí el sur con el este y el norte con el oeste. Este hecho se debe a la gran acumulación de mineral de hierro, cuyas reservas se consideran las mayores del mundo y ascienden a 30.000 millones de toneladas, casi un 4 % de las reservas exploradas de todo el planeta. Los geógrafos rusos se fijaron por primera vez en el magnetismo anormal de la tierra en esta zona en la década de 1770, aunque las primeras perforaciones para la extracción de mineral de hierro no comenzaron hasta el año 1923.
La superficie total de la cuenca de mineral de hierro cubre el territorio de las regiones de Kursk, Bélgorod y Oriol, en el suroeste del país, y abarca 160.000 kilómetros cuadrados, una extensión de territorio mayor que la de Grecia, Corea del Norte, Bulgaria o Cuba. Actualmente, en la zona de esta anomalía magnética operan tres plantas de concentración minera. Una de ellas, Stoilenski GOK, pertenece al gigante metalúrgico ruso NKML.
La producción principal de esta planta es el concentrado de mineral de hierro, mineral de hierro aglomerado y pellets para la obtención de acero. La profundidad de la mina de la planta Stoilenski es de 375 metros.
En ella se llevan a cabo explosiones controladas con cierta asiduidad: unas 18 veces al año. Como material explosivo se utiliza un gel especial que se activa mediante detonadores. El peso total del material alcanza las 1.000 toneladas.
Antes de ello, los geólogos determinan el lugar donde se llevará a cabo la detonación en la roca, y se excavan en ella pozos de 250 metros de diámetro y 16-17 metros de profundidad a unos 3-4 metros de distancia de uno a otro.
El mineral se transporta de la mina a la planta de concentración por una cinta transportadora, vagones ferroviarios especiales y camiones de volteo. En la planta Stoilenski GOK también se fabrica grava que se utiliza principalmente en la construcción de carreteras. La tierra, la arcilla, la arena y el yeso que se extraen de la mina se utilizan también como materiales de construcción.
Este es el aspecto de una planta de concentración desde dentro. En segundo plano figuran los trituradores en los que se obtiene el tamaño del mineral necesario antes de procesarlo.
Sección de separación magnética en la que del mineral se extrae el concentrado de hierro.
Estos filtros de vacío sirven para separar los líquidos del concentrado de mineral de hierro.
Así es un trozo de mineral del que se obtiene concentrado de mineral de hierro en la planta de concentración.
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