¿Eres adicto a la adrenalina? Entonces Rusia es tu destino

Viajes
OLEG YEGÓROV
Desde el buceo en aguas bajo cero, a aventurarse a través de las llanuras sin fin del sur de los Urales, pasando por escalar el pico más alto de Europa, el país más grande del mundo no es sólo para hacer turismo. ¡Ven a vivir emociones fuertes!

Rusia es un país de extremos donde se pueden encontrar todo tipo de aventuras por experimentar. Para los más urbanitas podríamos recomendar el dar un paseo de noche por el distrito moscovita de Chusmanovo, plagado de criminales… No, tranquilos, es broma. Hay muchas maneras más civilizadas de explorar Rusia, así que aquí hay algunas ideas para el salvaje en el corazón.

Buceo en los hielos de las Islas Solovetsky

Sin duda, Maldivas, Seychelles, y otros sitios son la opción obvia cuando se trata de practicar buceo. Pero toma un minuto para considerar los paisajes subacuáticos de Rusia. Por ejemplo, el norte del Mar Blanco es impresionante, siempre y cuando seas lo suficientemente valiente como para saltar a aguas bajo 0 grados centígrados.

Por supuesto, el buceo en hielo requiere habilidades especiales, como puedes imaginar. El equipo es diferente del normal: es mucho más pesado para los novatos. Pero, aquellos que consiguen con éxito completar el entrenamiento, disfrutarán del privilegio de visitar los mundos misteriosos que se ocultan debajo de las aguas tranquilas de los lagos Valdái y Baikal.

Buceo en la región de Krasnodar, Crimea

Si no te gusta el frío, siempre puedes visitar el Mar Negro en el sur de Rusia y disfrutar de un buceo más convencional. Encontrarás barcos hundidos de los siglos XVIII y XIX llenos de peces de colores y vida marina.

Rafting en Karelia y Altái

Hay varios tipos de de rafting en Rusia, desde serpentear por un sencillo arroyo de montaña a lanzarse a los grandes rápidos de agua blanca. Uno de los mejores lugares para probar la templanza del estómago es en la región central de Karelia, con sus paisajes asombrosos y diversos ríos y lagos. El río Pista, cerca de la frontera con Finlandia, es particularmente difícil: cascos, chalecos salvavidas y una actitud valerosa son vitales. Tampoco es un mal lugar para hacer un poco de pesca.

Otro lugar que ofrece un rafting memorable es Altái (Siberia del Sur) con sus valles profundos. El río Chuia tiene un número de etapas para los más experimentados.

Paseos a caballo en el sur de los Urales

¿Quieres montar un caballo tan elegantemente como Vladímir Putin? (No necesariamente con el pecho desnudo). Hay muchas oportunidades para hacer esto en Rusia, especialmente en las regiones orientales con sus encantadoras praderas y caminos de montaña. Después de varios días a caballo y durmiendo en tiendas de campaña, te sentirás como un verdadero nómada.

Hablando de caballos, algunos de los mejores del mundo viven en la República de Baskortostán (1.400 km al este de Moscú), donde han sido criados y entrenados durante siglos. La zona es ideal para el trote, con la taiga de bosque verde y el bosque-tundra.

Alpinismo en la región de Elbrús

El pico más alto de Europa, el Monte Elbrús (5.462 km), está situado en la frontera de las repúblicas Kabardino-Balkaria y Karacháevo-Cherkesia en el Cáucaso Norte de Rusia.

La conquista de este monstruo no es nada fácil. Incluso para los montañeros bien entrenados con todo el equipo necesario el ascenso tomará entre siete y 10 días. En promedio, hasta 15 personas mueren cada año al intentar conquistar su pico, por lo que se deben tomar precauciones extremas. Para aquellos que sí logran llegar a la cime, vale la pena el riesgo: las vista desde las montañas del Cáucaso son impresionantes.

Parapente y ala delta en la región del Cáucaso

El Cáucaso es ideal para volar alto en general - después de subir por el lado de una montaña no hay nada mejor que saltar desde ella para hacer parapente. La montaña de Yutsa, cerca de Piatigorsk (1.400 kilómetros de sur de Moscú) es relativamente pequeña y un lugar altamente recomendado para la práctica del parapente y el ala delta.

Contemplar desde las alturas el colorido que dejan las diferentes estaciones en las tierras del Cáucaso es una experiencia inolvidable, especialmente en verano, cuando la naturaleza está en flor.