Fuente: RIA Novosti/Alexánder Kriázhev
El macizo de Altái (a 3.100 kilómetros de Moscú) es, junto con el lago Baikal, la región turística más famosa de Siberia. Tanto entre su población local, como entre los habitantes de destacan los territorios desconocidos del altiplano Ukok, que esconden grandes sorpresas para los viajeros.
Princesa de Altái
Fuente: Alami/Legion-Media
El altiplano forma parte de la lista del patrimonio mundial de Unesco como parte de las montañas doradas de Altái. Hoy en día, tras los descubrimientos arqueológicos del siglo XX, este territorio natural ubicado en el extremo sur de la república Altái, colindante con Mongolia y Kazajistán, los científicos siberianos lo llaman el corazón de Eurasia.
En diferentes épocas escitas, hunos y turcos, han habitado esta parte de Siberia.
Sin embargo, fue “la princesa de Altái” la que atrajo la fama mundial al altiplano de Ukok. En 1993 científicos de Novosibirsk junto con colegas alemanes y mongoles empezaron las excavaciones en un túmulo situado en la frontera entre Rusia y Mongolia.
Fuente: RIA Novosti/Alexander Kriázhev
A 19 metros de profundidad hallaron un cementerio antiguo, donde se encontraba la momia de una joven, a la que los periodistas locales llamaron “la princesa de Altái”. Este hallazgo es uno de los hitos de la arqueología rusa: se conservada la ropa así como objetos de gran calidad artística. Además, gracias al análisis de ADN de la “princesa de Ukok” se lograron obtener nuevos datos sobre la cultura de la época de los escitas.
Hace poco el antropólogo Marcel Nyffenegger recreó la imagen de la momia encontrada, dotando al descubrimiento de un significado universal.
Espacio abierto
Fuente: Lori/Legion-Media
El altiplano Ukok es una especie del museo de la Antigüedad. Además del túmulo donde estaba la princesa se han conservado gran cantidad de petroglifos, imágenes talladas sobre la piedra.
Por ejemplo, en la estepa de Chui hay un complejo de pintura rupestre con alrededor de 30.000 dibujos, una parte es mongola, cuando llevaban sus caravanas a Siberia.
En las piedras se ven figuras de venados, camellos, toros y chivos, y también carrozas, escenas de mitos y de caza. Los petroglifos de Bertek son famosos entre los viajeros, igual que “las piedras de venados” de la frontera natural de Dzholin – las estelas de granito que eran sagradas para los pueblos antiguos que habitaban Altái.
Fuente: Lori/Legion-Media
Además de conocer la arqueología siberiana y la historia del Altái antiguo, los viajeros se dirigen al altiplano Ukok en busca de paisajes que parecen extraterrestres. Hay antiplanos rocosos, cumbres blancas llenas de nieve-Tabín-Bogdó-Ola de 4.374 metros es de las más altas y su nombre significa “Cinco cumbres sagradas” en mongol-, y también las arboledas foliáceas y los espacios de estepa.
Fuente: Lori/Legion-Media
Un viaje al altiplano Ukok supone familiarizarse con un espacio donde se entrelazan Altái, Mongolia, Kazajistán y Siberia. El altiplano en realidad es un lugar salvaje, sin apenas carreteras, por eso los turistas se desplazan en los jeeps de marca UAZ.
Es posible hacer senderismo hasta varias cumbres y admirar los buitres negros planeando en el cielo.
En el altiplano Ukok se puede sentir el colorido local de estepa: vivir en yurtas, encontrarse con kazajos de Altái y los pueblos originarios de estos lugares, los telengit.
Como llegar
El altiplano Ukok es un lugar de difícil acceso. En la parte sur se encuentra el parque natural “Zona de descanso de Ukok” y una parte de su territorio es una zona vedada. Es necesario recurrir a los operadores turísticos locales, que conocen esta zona y también disponen de su propio transporte y guías.
Los viajeros independientes pueden llegar en coche al campamento turístico “Tidtuyarik- Golden Camel”, ubicado en la región de Kosh-Agach de la república de Altái (Km 871 de la carretera de Chui). En el campamento se puede alquilar una yurta y es posible reservar excursiones arqueológicas y un guía para practicar senderismo (los precios varían de 2.500 a 6.000 rublos- entre 50 y 110 dólares, y más, dependiendo de sus requisitos). El campamento también dispone de su propia cocina, baños y conciertos de música étnica por pedidos.
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