Francotirador con un fusil semiautomático SVK.
Servicio de prensa.El fusil Kaláshnikov es el arma más famosa del mundo. Gracias a su fiabilidad y a su sencillo diseño, está reconocido como la mejor arma de tiro del siglo XX. La imagen de estos fusiles se muestra en los escudos estatales de algunos países y el propio AK se ha convertido en una marca estrechamente relacionada con Rusia.
En la actualidad, el Consorcio Kaláshnikov, fabricante del legendario fusil, está trascendiendo el perfil de fabricante de armas de tiro y se está convirtiendo gradualmente en un fabricante y proveedor mundial de productos de altas tecnologías de uso militar y civil.
Hace cuatro años el Consorcio se encontraba al borde de la bancarrota, necesitaba urgentemente un saneamiento financiero y un reequipamiento técnico. Para ello, la dirección de la corporación estatal Rostec, de la que forma parte Kaláshnikov, decidió atraer inversores privados, una serie de empresarios rusos con gran capital: Iskander Majmúdov, Andréi Bokarev y Alexéi Krivoruchko.
Adquirieron el 49% de las acciones del Consorcio y la participación de Rostec se redujo al 51%. Desde 2015, el principal accionista privado del holding armamentístico es Alexéi Krivoruchko, que con una participación del 24,5% dirige el Consorcio desde hace más de dos años.
Actualmente la empresa es uno de los principales ejemplos de éxito en la cooperación del sector público y privado en el ámbito empresarial. En 2015 Kaláshnikov tuvo unos beneficios netos de 32 millones de dólares en contraste con los 5,25 millones de dólares de 2014, y su facturación se incrementó hasta los 126,6 millones de dólares. Estos brillantes resultados fueron posibles gracias a un programa acelerado de modernización y desarrollo del sistema de producción. Solo durante los últimos dos años y medio en el desarrollo de la empresa se invirtieron unos 154 millones de dólares. Según el director general del consorcio, Alexéi Krivoruchko, gracias a las medidas adoptadas este año la empresa planea duplicar su volumen de producción.
A principios de 2015 Kaláshnikov compró acciones del desarrollador de drones ZALA AERO. Hoy en día se dedica al desarrollo y la producción de drones y de estaciones de control móviles y terrestres.
Sus principales productos son una serie de aparatos aéreos no tripulados: aviones, helicópteros y globos aerostáticos de exploración. Estos drones están pensados para proteger las fronteras estatales y realizar tareas de exploración y seguimiento.
Esta decisión de conquistar el mercado de los drones, aparentemente inesperada para el fabricante del legendario fusil, es en realidadun paso lógico y meditado. El mercado mundial de los VANT está creciendo a un ritmo vertiginoso. Según el estudio “El mercado de los drones desde 2014 hasta 2020” de la empresa Markets&Markets, el volumen del mercado mundial de los drones en 2014 ascendía a poco más de 6.700 millones de dólares, y en 2020 superará la marca de los 10.000 millones de dólares.
Sin limitarse al desarrollo de los drones, el consorcio apuesta por el desarrollo de sistemas no pilotados en general. Actualmente los robots son parte de las fuerzas armadas; desempeñan las tareas más peligrosas y el “trabajo sucio”, lo que contribuye a un nuevo tipo de ejército.
El Consorcio expone de manera habitual su módulo guiado a distancia y en otoño de 2016 presentó por primera vez el sistema robotizado terrestre Sorátnik, que realiza tareas de exploración, patrulla y protección de instalaciones o territorios, así como labores de desactivación de minas y de cobertura de las tropas. Además, el sistema puede colaborar con otras unidades militares automatizadas, como drones.
Asimismo, Kaláshnikov está incorporando otros ámbitos de producción, incluida la construcción de buques. En este sentido, ya está en marcha una línea completa de lanchas de doble uso. En 2015 la lancha de transporte y desembarque BK-16, el bote de ataque y desembarque BK-10 y la lancha de apoyo de fuego BK-9 superaron con éxito la fase de pruebas y comenzaron a prestar servicio en el ejército ruso. Están pensadas para realizar operaciones de patrulla, sabotaje y antisabotaje en zonas costeras, transporte de personal, apoyo de las líneas de fuego y desembarque en costas no preparadas. Lancha BK-10. / Servicio de prensa.
Según esperan los desarrolladores, estos productos tendrán en el mercado el mismo éxito que el famoso fusil, porque las costumbres de producción de Kaláshnikov siguen siendo las mismas y dan prioridad a la fiabilidad, la perfección tecnológica y la eficacia en el uso del producto.
El Consorcio va ampliando su ámbito de especialización, aunque no olvida el armamento de tiro. Los planes de la empresa son ambiciosos: crear nuevos tipos de armas de tiro y reforzar sus posiciones en los nuevos mercados. En la actualidad hay varias decenas de proyectos en toda la gama de armamento: desde un nuevo rifle de francotirador y un fusil automático hasta una pistola.
Este año presentó por primera vez en muchos años al público general toda una línea de ideas y desarrollos prometedores en el ámbito de las armas de tiro.
Entre ellos destacan los modelos de pruebas para los nuevos rifles de francotirador SVK y VSV-338, la ametralladora de mano modernizada RPK-16, el prototipo de la nueva pistola Lébedev de 9x19 mm, así como el modelo de pruebas de un fusil de pequeño tamaño y de 5,45 mm de calibre pensado como arma de maniobras para el combate cuerpo a cuerpo de las unidades especiales. También se ha presentado una nueva generación de fusiles Kaláshnikov: el AK-12 (5,45 mm) y el AK-15 (7,62 mm), que en estos momentos se encuentran en plena fase de pruebas en el ejército, así como la versión modernizada de la serie 100 del fusil Kaláshnikov, conocida en todo el mundo.
En el ámbito de la producción civil también hay muchas novedades. Vende nuevas armas lisas, rayadas y de fogueo. Entre los nuevos modelos figura la escopeta semiautomática calibre 12 Saiga 12K (compacta), una versión más corta de la famosa escopeta semiautomática Saiga-12. También han salido a la venta dos carabinas rayadas modernizadas Saiga MK (de 5,45x39 mm de calibre) y su versión corta. Saiga MK es la versión modernizada de la popular carabina rayada de caza Saiga.
A pesar de que en 2014 Kaláshnikov se vio afectada por las sanciones y perdió los mercados estadounidense y europeo, en los que su producción civil gozaba de una gran popularidad, el Consorcio ha logrado mantener sus volúmenes de producción.
En dos años su cartera de encargos para la exportación de productos se ha incrementado y hoy en día asciende a más de 200 millones de dólares. Estos volúmenes corresponden a las armas de tiro y a las municiones de alta precisión, así como a las armas deportivas y de caza. Esto fue posible gracias a una intensa actividad de marketing, a la inteligente política del Consorcio en el ámbito de la exportación y al hecho de que compradores en todo el mundo valoran la sencillez, la fiabilidad y la tecnología, características incuestionables de la marca Kaláshnikov.
Todos los derechos reservados por Rossíiskaia Gazeta.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: