El Be-10 fue diseñado en respuesta a un directiva del Consejo de Ministros de la Unión Soviética, que pedía un hidroavión propulsado por turborreactor para reconocimiento en mar abierto, bombardeo, ataque con torpedos y colocación de minas.
El Bériev Be-10 realizó su primer vuelo el 20 de junio de 1956. El avión fue mostrado en el desfile aéreo de Túshino en 1961. El Be-10 se construyó en pequeñas series en 1956-1961, produciéndose un total de 27 aparatos. Este avión batió 12 récords mundiales, incluido el récord de velocidad para hidroaviones de 912 km/h, que no se ha batido hasta hoy.
Como explican en Aviaru, el Be-10 era un hidroavión totalmente metálico con dos motores turborreactores AL-7PB, un ala de barrido de gran inclinación, plumas horizontales y verticales de barrido y flotadores de estabilidad lateral montados en los extremos de las consolas de las alas.
La tripulación constaba de tres personas: piloto, navegante y artillero-operador de radio.
El uso operativo del Be-10 comenzó cuando el 2º Escuadrón del 977º Regimiento Aeronaval Independiente de Reconocimiento de Largo Alcance (977º OMDRAP) empezó a sustituir sus aparatos Bériev Be-6 por aviones Be-10. Este escuadrón y el 1º Escuadrón del 977º OMDRAP se convirtieron en los únicos operadores del Be-10 operando desde una base naval en el lago Donuzlav en la península de Crimea.
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