Rusia presenta un ambicioso programa de desarrollo de la enseñanza superior llamado ‘Programa de Liderazgo Académico Prioridad 2030’, que es obra del Ministerio de Ciencia y Enseñanza Superior. Las universidades seleccionadas por una comisión especial de forma competitiva recibirán anualmente una financiación estatal de 100 millones de rublos (más de 1,3 millones de dólares), mientras que algunas podrán solicitar una subvención especial de hasta 1.000 millones de rublos (más de 13 millones de dólares).
Para recibir estos fondos, las universidades deben presentar programas de desarrollo innovadores, así como demostrar constantemente sus resultados: desde el desarrollo de nuevos programas educativos, hasta el desarrollo de nuevas tecnologías, pasando por la realización de investigaciones científicas innovadoras.
¿Cuál es el objetivo del ‘Programa de Liderazgo Académico Prioridad 2030’?
“El objetivo principal es que dentro de 10 años haya más universidades de tercera generación que combinen la educación, la investigación y el emprendimiento innovador, y que transformen las ideas y los conocimientos en tecnologías”, afirma Valeri Falkov, Ministro de Educación Superior y Ciencia.
Se espera que las universidades refuercen el papel de las regiones del país en materia de educación y aumenten su contribución al desarrollo científico e industrial general de la nación, afirma Andréi Omelchuk, viceministro de Educación Superior y Ciencia: “Debemos desarrollar universidades que lleven la ciencia al nivel de tecnologías específicas que puedan aplicarse en la producción”.
Las futuras universidades deberán prestar más atención a las nuevas tecnologías digitales, en particular a la inteligencia artificial, afirma Omelchuk.
Además, según el viceprimer ministro Dmitri Chernishenko, en los próximos 10 años, gracias a este programa, aparecerán en Rusia unas 300 nuevas especialidades: “La mitad de ellas estarán relacionadas con las tecnologías digitales y el desarrollo de la inteligencia artificial”.
¿Qué centros de enseñanza superior recibirán una subvención?
El programa tiene un proceso de selección: cada institución educativa que quiere participar en el programa presenta un plan de desarrollo para los próximos 10 años, y luego una comisión especial examina cada propuesta, evaluando las posibilidades de alcanzar los objetivos establecidos.
En 2021, hay 121 universidades que participan en el programa, de las cuales 45 han conseguido subvenciones de hasta mil millones de rublos cada una.
La mayoría de las universidades participantes están especializadas en ingeniería. También hay un número considerable de universidades de medicina y agricultura, así como cinco universidades de humanidades. El ámbito geográfico del programa es amplio, abarcando el sur del país, Siberia y la región del Volga.
Los programas de desarrollo de las universidades participantes son muy diversos y a menudo interdisciplinarios. He aquí un par de ejemplos:
- La Universidad Técnica Estatal Bauman de Moscú tiene previsto poner en marcha un nuevo programa de máster en biotecnología y biofotónica (disciplina científica que estudia los fenómenos y métodos relacionados con la interacción de objetos biológicos y fotones).
- La Universidad Estatal de Tomsk tiene previsto formar especialistas en el campo de la inteligencia artificial para los sectores médico y minero.
- La Universidad Estatal de Tiumén está desarrollando un programa de máster en uso regenerativo del suelo y gestión del desarrollo con bajas emisiones de carbono.
- La Universidad Estatal de Yaroslavl está modelando modernas arquitecturas de redes neuronales. La subvención ayuda a la universidad a actualizar el hardware necesario para la investigación. “Dentro de un año, esperamos que los miembros del consorcio puedan utilizar una infraestructura modernizada de almacenamiento y procesamiento de datos que esté a la altura de los retos mundiales en el desarrollo de sistemas basados en el análisis de big data y métodos de IA”, afirma Mijaíl Chistiakov, vicerrector de desarrollo estratégico de la Universidad Estatal de Yaroslavl.
Espíritu de competencia
Durante el desarrollo de sus programas, muchas instituciones educativas crearon consorcios con laboratorios científicos e instalaciones de producción reales.
“No era necesario crear consorcios con centros de investigación”, dice Omelchuk. “Pero para las universidades son competencias adicionales para conseguir los resultados necesarios y con mayor calidad”.
Las universidades podrán destinar las subvenciones a cualquier necesidad relacionada con sus programas de desarrollo: comprar equipos de laboratorio, crear viveros de empresas para estudiantes y empresarios, interactuar y trabajar en proyectos conjuntos, invitar a especialistas y profesores de renombre.
Al mismo tiempo, cada universidad tendrá que demostrar constantemente que su programa de desarrollo se está aplicando. Si no hay una dinámica positiva en la consecución de los indicadores previstos, una universidad perderá la financiación del programa de Liderazgo Académico Prioridad 2030 y será sustituida por otra.
“Queremos crear un entorno competitivo para las universidades, de modo que se esfuercen por alcanzar nuevas cotas”, explica Omelchuk. “Al final, debería mejorar el nivel de la ciencia y la educación en diferentes zonas y partes de Rusia”.
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