Así volaba el Yak-25, el caza soviético que acabó convertido en dron

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El Yak-25 fue producto de una especificación que pedía un avión capaz de defender el territorio este de la URSS.

El interceptor Yak-25 fue puesto en producción en 1954 y entró en servicio al año siguiente y fue denominado. Era un monoplano de implantación alar media, con las alas y las superficies de cola en flecha, tren de aterrizaje biciclo en tándem, con aterrizadores auxiliares de equilibrio bajo los bordes marginales alares y estaba equipado con el radar RP-1D Izumrud.

Según se explica en la web Airwar.ru, a las tripulaciones les gustó el Yak-25. Resultó agradable de volar y tenía buenas características de despegue y aterrizaje (según la acertada expresión del piloto de pruebas del Instituto de Investigación de la Fuerza Aérea, V.S Kipelkin, samorul i samosad “maniobra solo y aterriza solo”), y su gran cabina era amplia lo hacía más confortable que los MiG del momento.

En 1959 apareció el Yak-25RV (Código OTAN, ‘Mandrake’), una versión de reconocimiento.

Representación artística de un Yak-25RV en el museo de la aviación de Moninó (Moscú)

Podía volar a una cota de 23.400 metros y estaba equipado con un sistema de cámaras y sensores y el armamento de proyectil se limitaba a un solo cañón Nudelman-Rikhter NR-23.

Cañón Nudelman-Rikhter NR-23 y un N-27

El ‘Mandrake’, según le llamaban los pilotos de la OTAN, tenía muchos problemas de ruido, vibración y además estaba equipado con un equipo electrónico austero. A pesar de ello, el siguió en servicio hasta 1974. Una pequeña cantidad de ellos fueron convertidos en plataformas de estudio de contaminación radiactiva y fueron designados Yak-25RR. En 1971 apareció el interceptor Yak-25PA, el cual no tuvo éxito. Asimismo de desarrolló el bombardero nuclear táctico Yak-26, pero solo se completaron 9 prototipos.

En 1961 algunos ejemplares fueron convertidos en drones y fueron designados Yak-25RV-I y Yak-25RV-II.

El RV-II era una versión del Yak-25 en modo avión no tripulado. Se podía pilotar a distancia y se utilizaba para prácticas de interceptación con fuego real. Este ejemplar está expuesto en el museo de la Fuerza Aérea Central, Monino, Óblast de Moscú, Rusia.

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