Cómo fue el bautismo de fuego de los Túpolev ANT-40 en la Guerra Civil española

Ciencia y Tecnología
VICTORIA ARBAIZA
Los primeros combates del bombardero de alta velocidad de Andréi Túpolev, el ANT-40 (o Túpolev SB), tuvieron lugar en los cielos de España el 28 de octubre de 1936, hace 85 años. El uso del avión, que acababa de entrar en el Ejército Rojo, permitió a los pilotos y diseñadores soviéticos evaluar los puntos fuertes y débiles de la máquina.

La intervención en la Guerra Civil española del ejército italiano y de la Legión Cóndor alemana obligó a la Unión Soviética a empezar a suministrar al gobierno republicano los equipos más modernos. Del 15 al 21 de octubre los barcos de vapor Star Bolshevik, KIM y Volga-Les entregaron 31 bombarderos Túpolev SB en Cartagena, según cuenta Rossíiskaia Gazeta. Formaron una unidad separada llamada Grupo 12 en el aeródromo de Los Llanos. Los republicanos apodaron a bombarderos Túpolev SB Katiushka, por la heroína rusa de la entonces popular opereta española Zarzuela.

El 1er escuadrón (1a/12) bajo el mando del experimentado piloto del Ejército Rojo, el mayor Ernst Shajt, fue el primero en comenzar las operaciones de combate antes de que todos los aviones estuvieran montados y revisados. 

Ernst Shajt nació el 14 de abril de 1904 en Basilea. Como muchos de sus compañeros, había adoptado las ideas comunistas, pero debido a la persecución política, emigró de Suiza a la URSS en abril de 1922. Tras graduarse en la Escuela Militar de Pilotos de Borisoglebsk, de 1926 a 1931 participó en la liquidación de Basmachi en Asia Central. Se le concedió la Orden de la Bandera Roja por su valor y heroísmo. A continuación, dirigió el escuadrón especial, que se dedicaba al transporte del personal de alto mando del Ejército Rojo, y en mayo de 1936 fue galardonado con la Orden de Lenin. Luchó en España bajo el seudónimo de Ernesto Beiger.

Como escribe el investigador Pável Selezniov, durante la primera operación se planeó atacar los aeródromos de los franquistas en pequeños grupos de 3 a 5 bombarderos, debilitando así su agrupación aérea. A los bombarderos Túpolev SB se les asignó un papel especial, ya que debido a sus características de alto vuelo debían dirigirse a sus objetivos sin que llevar una escolta de cazas.

Tres bombarderos SB, dirigidos por Ernst Shajt, bombardearon el aeródromo de Tablada, cerca de Sevilla, en la mañana del 28 de octubre, tras haber volado más de 350 km desde el aeródromo de Los Llanos. En el camino de vuelta, el piloto franquista español Salas en un Fiat CR.32 divisó al trío que regresaba y logró realizar un ataque. Aunque anunció su victoria aérea, los tres Katiushas regresaron sanos y salvos a la base. Ninguno de los aviones sufrió daños.

Fue esta primera salida la que causó revuelo entre los franquistas. Estos supusieron que las incursiones habían sido llevadas a cabo por los aviones Martin Bomber estadounidenses. Esta idea errónea se disipó tras examinar fragmentos de bombas FAB-100 del aeródromo de Tablada. El teniente Nikolái Ragozin de la Fuerza Aérea Española, un inmigrante del ejército zarista, descifró las marcas en ruso y estableció que las bombas fueron fabricadas en la URSS en junio de 1936.

Otros ataques aéreos de los Túpolev SB fueron más efectivos. El 30 de octubre y el 1 de noviembre, una base del grupo aéreo italiano Aviation del Tercio fue atacada cerca de Gamonal, en Burgos. Este último ataque se saldó con la destrucción de seis cazas Fiat CR.32 en tierra. En total, el 5 de noviembre de 1936, según los republicanos, se habían destruido 37 aviones enemigos en tierra.

Por su heroísmo en los cielos de España, el comandante Ernst Shajt recibió el título de Héroe de la Unión Soviética y la Orden de Lenin y la Medalla de la Estrella de Oro. Por desgracia, fue detenido el 30 de mayo de 1941 “como espía alemán” y fusilado el 23 de febrero de 1942. Fue rehabilitado póstumamente en 1955.

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