ZPU-4, el sistema antiaéreo soviético que los cubanos usaron como artillería terrestre en Angola

Adoptado por los militares rusos en 1949, el ZPU-4  fue empleado durante la Guerra de Corea por las fuerzas chinas y nor-coreanas, siendo posteriormente considerados como los contrincantes más peligrosos para los helicópteros estadounidenses en Vietnam. Más tarde fue usado por Marruecos y el Frente Polisario en la Guerra del Sahara Occidental. Además los desplegaron las fuerzas iraquíes durante la Guerra del Golfo y nuevamente en la Invasión de Irak de 2003.

Soldados británicos examinan el contenido de un camión de transporte iraquí en la autopista Basora-Kuwait, cerca de la ciudad de Kuwait, tras la retirada de las fuerzas iraquíes durante la operación Tormenta del Desierto (1991). Detrás del camión hay un cañón antiaéreo iraquí ZPU-4.

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Sobre esta arma

Todas las versiones de la serie ZPU tienen cañones de cambio rápido enfriados por aire y pueden disparar una amplia variedad de municiones, inclusive balas antiblindaje incendiarias (B32, BS41), antiblindaje incendiarias trazadoras (BZT) e incendiarias trazadoras (ZP). Cada ametralladora tiene una cadencia máxima de unas 600 balas por minuto, aunque en la práctica está limitada a unas 150 balas por minuto.

El ZPU-4 está montado sobre un afuste de cuatro ruedas similar al empleado por el obsoleto cañón automático M1940 (72-K) de 25 mm. Para disparar, el sistema es apoyado sobre soportes. Puede emplazarse y disparar en unos 15-20 segundos, además de poder disparar apoyado sobre las ruedas si es necesario.

Tres soldados de la 5ª División de Infantería Mecanizada inspeccionan una ametralladora antiaérea ZPU-4 de 14,5 mm de fabricación soviética abandonada por los soldados de la Fuerza de Defensa de Panamá que huyeron de la base durante las primeras fases de la Operación Causa Justa.

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El ZPU-2 fue construido en dos versiones distintas; el primer modelo tenía dos ruedas que se quitaban cuando se situaba en posición de disparo y grandes guardafangos, mientras que en el modelo posterior las ruedas se pliegan y elevan sobre el suelo cuando se stiua en posición de disparo.

ZPU-2 en el Museo de Historia de la Defensa Aérea en Zarya, en la región de Moscú.

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El ZPU-1 va montado sobre un afuste con dos ruedas y puede desmontarse en varias piezas de 80 kg para su transporte a través de terreno accidentado.

ZPU-1 del Ejército de Surinam.

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En manos cubanas: la batalla de Cabinda

El 8 de noviembre de 1975, a las 11:00 horas, 150 mercenarios norteamericanos, franceses y portugueses junto a unidades del FLEC (Frente para la Liberación del Enclave de Cabinda) iniciaron ataques en dirección a Chimbuande y Chingundo al este de la ciudad de Cabinda (Angola).

Henrique N'zita Tiago, líder del FLEC, en Cabinda.

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Los efectivos zairenses atacantes sobrepasaban los 1 000 hombres, organizados en batallones de infantería reforzados con hasta dos compañías de blindados AML-90, una batería de morteros de 81 mm y seis ametralladoras de 12,7 mm, una compañía de obuses de 105 mm, una de morteros de 60 mm y hasta una compañía de transporte de diferente designación.

Las fuerzas angolano- cubanas, según explica Ecured llegaron a tener poco más de 1 000 efectivos, distribuidos en dos batallones de infantería, una batería de obuses de 122 mm, 4 baterías de morteros (dos de 120 mm y dos de 82 mm) dos baterías de ametralladoras de 14,5 mm, 4 pelotones de ametralladoras de 12,7 mm y dos baterías de cañones antitanques de 75 mm, una compañía de zapadores, dos pelotones de abastecimiento y un puesto médico.

El ZPU-4 jugó un importante papel en la derrota de las fuerzas de Zaire. Las tropas zairotas en ofensiva se vieron atrapadas en un campo de minas lo cual frenó su avance, y el día 9 de noviembre un pelotón de ZPU-4 operado por cubanos reforzó a una compañía de las Fuerzas Armadas Populares de Liberación de Angola que, cuando el enemigo avanzaba, rompió fuego a ras de tierra lo que les causó grandes pérdidas y sembró el pánico. Las fuerzas agresoras fueron después aniquiladas con lanzacohetes GRAP-1P.

Grad-P en el museo Batey ha-Osef, Tel Aviv, Israel Gracias a estos cañones ZPU-4 creativamente usados, que se lograse defender este importante enclave angolano, rico en recursos naturales, constituyó una advertencia para las pretensiones anexionistas de estados vecinos.

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