La Unión Soviética exportó los vehículos de desembarco aerotransportado no sólo dentro del Pacto de Varsovia, sino a Cuba, Irán, Irak y Angola. Sin embargo, las tropas cubanas fueron, posiblemente, las primeras en probar la doctrina aerotransportada soviética en combate durante la guerra de Ogadén.
Despliegue de un cañón autopropulsado antitanque ASU-85
Dominio públicoUna guerra en África
Como recordó War is Boring en julio de 1977, 70.000 soldados y 600 vehículos blindados somalíes invadieron Etiopía en un intento de capturar la región de Ogadén en Etiopía, cuya población era mayoritariamente somalí. La Unión Soviética era entonces aliada tanto de Somalia como de Etiopía.
Mapa de la guerra etíope-somalí 1977
Dominio públicoEl Kremlin intentó primero mediar en el conflicto, y luego decidió lanzar todo su apoyo a los etíopes, enviando 300 asesores soviéticos que se unieron a 15.000 soldados expedicionarios cubanos.
Cubanos en Ogadén
Dominio públicoEn septiembre, recoge el portal cubano Ecured las fuerzas somalíes habían superado a los 25.000 soldados que defendían la ciudad de Jijiga, cerca del estratégico paso de Kara Marda, y en noviembre sitiaron la ciudad amurallada de Harar, la capital regional. Allí, un ejército de 40.000 soldados etíopes reforzados por soldados cubanos y asesores soviéticos detuvo el avance somalí.
Reparaciones de un T-34 del Ejército Nacional Somalí muy dañado
Dominio públicoMientras los etíopes se reforzaban durante la estación de las lluvias, el general soviético Vasiliy Petrov planeó un contraataque en pinza. Mientras los tanques cubanos se enfrentaban a los somalíes en febrero de 1978, los helicópteros de transporte Mi-6 desembarcaron 70 vehículos de combate BMD-1 y cañones de asalto ASU-57 en Kara Marda, a decenas de kilómetros de las defensas somalíes.
Vasiliy Petrov
Dominio públicoAl unísono con un ataque frontal en el paso, la ofensiva blindada aerotransportada recuperó rápidamente el paso y Jijiga poco después, infligiendo 3.000 bajas y sembrando el pánico en el ejército somalí, acelerando su huida total del territorio etíope.
Al poco tiempo, Fidel Castro asistiría en persona al desfile de la victoria en la capital etíope.
En 1984, por cierto, el Monumento Tiglachin fue inaugurado en Adís Abeba como un monumento a los soldados etíopes y cubanos involucrados en la Guerra de Ogadén. Aquí tenéis alguna foto de este grupo escultural.
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