La aeronave MiG-21BIS estaba realizando acrobacias aéreas a baja altura y se estrelló no muy lejos del lugar de la celebración del desfile. El general de brigada Jamal Bin Amer, que se encontraba en la cabina, no consiguió eyectarse. No se informó de ningún herido en tierra.
Todavía se están estableciendo las causas del accidente. Según una de las versiones, se ha producido un fallo técnico que causó la catástrofe.
El piloto de este caza se consideraba uno de los más experimentados de la Fuerza Aérea del ejército del mariscal de campo Haftar. Anteriormente, había participado activamente en operaciones de combate. En abril de 2019, una de sus salidas casi se convirtió en la última. Entonces, la Fuerza Aérea del LNA atacó varias instalaciones militares en la capital libia, Trípoli. Por ejemplo, un helicóptero de transporte militar pesado CH-47 Chinook recibido de EE UU sufrió graves daños en el aeropuerto de Mitiga.
En el transcurso de una de esas misiones, se dispararon simultáneamente dos misiles del sistema antiaéreo portátil 9K32 Strelá-2 contra el MiG-21 de Jamal bin Amer. Uno de los misiles impactó en el avión, pero el piloto logró salvarse.
Hasta hace poco, los militares de Haftar disponían de una docena de los MiG-21. Algunos de estos cazas fueron dejados por las fuerzas armadas del antiguo régimen, y otros fueron recibidos de países árabes amigos.
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