¿Con qué armas protege Rusia sus regiones árticas?

Pantsir-SA

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Evguéni Biyatov/RIA Novosti
La técnica militar para el Extremo Norte debe ser resistente al clima de la región y poder desplazarse por su terreno difícil.

La zona ártica es estratégica para la seguridad nacional y la economía de Rusia ya que genera más del 10% del Producto Interior Bruto y el 20% de las exportaciones, afirmó recientemente enviado especial de la Cancillería rusa para la cooperación en el Ártico, Nikolái Korchunov. Sin embargo, se trata de una zona de difícil acceso y movimiento, donde no hay carreteras y las bases de suministro se encuentran demasiado lejos las unas de las otras. Hasta ahora, el Ártico nunca se ha convertido en un teatro de operaciones militares, pero los combates potenciales entre glaciares y en la tundra podrían dar lugar a varias dificultades debidas al clima específico de estos territorios.

En el Ártico, el principal problema de todos es el desplazamiento de la técnica y su resistencia a las bajas temperaturas. 

En primer lugar, en invierno en el Ártico la temperatura puede llegar a los 60 grados bajo cero. A estas temperaturas la maquinaria normal deja de funcionar: los elementos lubricantes se espesan, los neumáticos se vuelven frágiles como el cristal y los sistemas electrónicos se apagan.

En segundo lugar, el relieve desempeña un papel importante. Bajo la nieve pueden ocultarse piedras enormes e incluso grandes pantanos no congelados del todo.

El “caballero” de los pantanos cubiertos de nieve

Vityaz.

Los ingenieros rusos han creado y fabricado en serie varios todoterrenos militares especiales adaptados a las condiciones del Extremo Oriente. Uno de los modelos más interesantes es el vehículo DT-10 Vityaz (que en ruso significa “caballero”).

Diseñado hace ya 30 años, el modelo Vityaz se ha modernizado por completo. Este vehículo, con tracción de oruga, está formado por dos compartimentos articulados. Esta circunstancia, por un lado, aumenta su capacidad de carga hasta las 10 toneladas, y por otro, le permite alcanzar una velocidad de hasta 40 km/h, una velocidad muy alta para las condiciones del Ártico. La última novedad de los creadores del Vityaz es que ahora este modelo se ha convertido en una plataforma blindada que puede utilizarse como portadora de armamento.

Otra innovación de los ingenieros rusos son unos todoterrenos con unas enormes ruedas de 2 metros de diámetro. Sus neumáticos especiales reducen considerablemente la presión sobre el suelo, lo que permite al vehículo pasar fácilmente por las capas profundas de nieve, los pantanos y los cauces congelados de los ríos. Un requisito fundamental de este tipo de técnica es el alto nivel de autonomía. Todos los modelos están diseñados para poder pasar un mínimo de tres jornadas en camino. Esta característica ha sido demostrada durante en ejercicios de las fuerzas armadas rusas en el Ártico.

Dónde se encuentran las bases de Rusia en el Ártico

La base Trébol del Ártico en la isla Tierra de Alexandra.

Durante los últimos años se está desatando una seria lucha por el Ártico. Los países que tienen salida a las costas de este océano aspiran abiertamente a sus ricos recursos naturales. En este contexto, Rusia refuerza constantemente sus posiciones en el Extremo Norte. En los lugares de las antiguas bases militares soviéticas se están construyendo nuevas instalaciones equipadas con tecnología de última generación.

Las más importantes son las bases situadas en las Islas de Nueva Siberia y en la Tierra de Francisco José, llamadas Trébol del Norte y Trébol del Ártico. Estas son las instalaciones militares más septentrionales del mundo. En ellas prestan servicio de forma permanente varios centenares de soldados, que están abastecidos con todo lo necesario para vivir un año y medio completamente aislados del continente.

Estas bases son los puntos de partida para las expediciones árticas de los militares rusos. En ellas se concentran decenas de unidades de técnica militar, reservas de combustible y provisiones. Sin embargo, el objetivo principal de las bases es la exploración por radar y el contacto con la aviación militar que controla el cielo del Ártico ruso. En el futuro se planea construir aeródromos, desplegar en las bases sistemas antibuque y antiaéreos e instalar sistemas de comunicación con submarinos. Si los militares rusos consiguen llevar a la práctica todas estas ideas, el Extremo Norte ruso estará protegido por un sólido escudo en tierra, en el aire y bajo el agua.

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