De Kaláshnikov a Su-30MK2: cómo las armas rusas han cambiado el Ejército de Venezuela

Rosoboronexport ha resumido los resultados de la cooperación militar y técnica entre Rusia y Venezuela. La agencia señala que el Ejército del país latinoamericano no sólo recibió nuevas armas, sino que también mejoró el nivel de su entrenamiento de combate.

Esto permite “dotarse de una capacidad de defensa propia y luchar con éxito contra el narcotráfico y el crimen organizado”.

Las fuerzas armadas venezolanas cuentan ahora con una gran cantidad de equipamiento militar ruso que incluye aviones, helicópteros, tanques, vehículos de combate de infantería, vehículos blindados de transporte de personal, una variedad de misiles y armas de artillería y armas pequeñas, incluyendo rifles de asalto Kaláshnikov.

Cabe recordar que en Venezuela además se está construyendo una fábrica de rifles AK-103. Según las últimas noticas al respecto, la construcción de la planta debería terminarse en 2021. El acuerdo para la construcción en Maracay (estado de Aragua) de una fábrica de fusiles AK-103 y sus municiones fue impulsado personalmente por Hugo Chávez que pretendía proteger con los fusiles Kaláshnikov “cada calle, cada callejón, cada esquina” del país. 

El núcleo de la Fuerza Aérea de Venezuela está compuesto por 23 cazas Su-30MK2 de 4+ generación equipados con misiles aire-aire R-77 con cabezas de radar activas, misiles de largo alcance R-27ER y misiles de crucero J-31. Además, los especialistas rusos ayudaron a crear un centro de formación de helicópteros y un simulador completo del avión de combate multifuncional Su-30MK2 en el país latinoamericano.

Las capacidades de combate de la Fuerza Aérea Venezolana se complementa con la defensa aérea más potente de América Latina, equipada con el sistema ruso de misiles tierra-aire de medio alcance Buk-M2 y el S-300VM, con un alcance de hasta 250 kilómetros.

Cabe recordar que en 2013 Venezuela recibió dos divisiones de sistemas de defensa aérea S-300VM. Son capaces de atacar hasta 24 objetivos simultáneamente. Además, los complejos están equipados con modernos medios de guerra electrónica, comparables en capacidad a los S-400. Los S-300 son actualmente el elemento disuasorio más poderoso contra Estados Unidos en la región, según Rosoboronexport.

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