Fabricados entre 1957 y 1958 en la Unión Soviética, participaron en expediciones en el continente helado y llegaron al Polo Sur.
El enorme vehículo todoterreno para la nieve tenía una pequeña cocina, inodoro, horno y ocho camas.
El 26 de diciembre de 1959 tres Jarkovchankas llegaron al polo sur, sorprendiendo a la tripulación estadounidense que había sido trasladada en avión a la estación Amundsen-Scott el verano anterior.
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