Sus misiones principales son las intervenciones en el extranjero, incluido el sabotaje, la eliminación de objetivos de alto valor, operaciones de defensa interna en el extranjero y la realización de las operaciones especiales más complejas para proteger los intereses de la Federación de Rusia.
Las filas de las Fuerzas de Operaciones Especiales de Rusia están ocupadas exclusivamente por personal profesional contratado, de las cuales todas son militares a tiempo completo, consistentes en oficiales comisionados y soldados regulares.
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